
Los jornaleros fueron rescatados gracias a una llamada anónima que impulsó a las autoridades a efectuar un cateo en el rancho agrícola Nidia Edith, en Matamoros, Coahuila.
Por: Yadira Leos
Saltillo, Coahuila.- Los jornaleros que fueron rescatados en el rancho agrícola Nidia Edith confirman los malos tratos de los patrones coahuilenses, las 74 personas refieren que trabajaron durante 21 días sin descanso, la comida no era óptima y la exigencia del trabajo era muy fuerte.
En un trabajo conjunto con la Secretaría de Desarrollo Social, la Secretaría del Trabajo y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, se logró que los dueí±os pagaran 100% del contrato, además, se les entregó un bono de 2 mil 500 pesos a cada uno.
El delegado de la Sedesol en Coahuila, Joel Nochebuena Hernández, expuso ante los trabajadores que él también es de la Huasteca y conoce las necesidades de estos lugares y la necesidad de viajar para trabajar y ganarse el sustento.
âQuiero decirles que el gobierno del presidente Enrique Peí±a Nieto, el Gobierno estatal y municipal no permitirán ningún tipo de abuso a los jornalerosâ.
Fue el pasado viernes 25 de noviembre que una llamada anónima alertó a las autoridades federales, quienes realizaron un cateo en el rancho agrícola Nidia Edith, ubicado en el ejido El Cambio del municipio de Matamoros, Coahuila, en donde encontraron a jornaleros en situación vulnerable.
Derivado de lo anterior, el delegado de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), José Ricardo Ortiz Martínez, obtuvo vinculación a proceso contra dos probables responsables del delito de trata de personas en la modalidad de explotación laboral.
Una vez finiquitado el asunto económico y jurídico, el día de ayer, la Sedesol apoyó a los jornaleros, 60 hombres y 14 mujeres, para que fueran trasladados a sus lugares de origen, en donde por instrucciones del Mandatario federal, en cuanto lleguen a casa deberán ser incorporados a los diferentes programas sociales, en particular a Prospera.
Luego de ser atendidos por casi una semana, los jornaleros viajaron a cada una de sus ciudades, escoltados por dos patrullas de la Policía Federal.