
Habla el islandés Valdimar Jóhannsson sobre su ópera prima.
Por: Agencia ReformaÂ
Ciudad de México.- Enamorado de la ciencia ficción por su falta de límites, el director Valdimar Jóhannsson ha estado inmerso en el género, pero desde el área de efectos especiales, por más de 20 aí±os, trabajando en filmes como Oblivion (2013), Rogue One: Una Historia de Star Wars (2016) y La Guerra del Maí±ana (2021).
Pero ahora supo que era el momento de contar su propia historia ficticia y hacer su debut como director a través de su filme Cordero, que se estrenó este fin de semana a nivel nacional.
âCreo que porque he podido trabajar desde hace tanto tiempo en la industria es que sabía que de verdad quería hacer una película por mi cuenta, pero al principio no me animaba. Nada más lo veía como un hobby. Pero al final fue bueno que pasáramos tanto tiempo trabajando en esta idea y en el guion, porque, para cuando empezamos a filmarla, conocíamos tan bien la trama que sabíamos que estabámos muy bien preparados, por más desafiante y arriesgada que parecieraâ, compartióÂ Jóhannsson, en entrevista por videollamada.
Su tétrico cuento de hadas, inspirado en su infancia, cuando pasaba tardes rodeado de ovejas en la granja de sus abuelos, sigue a María (Noomi Rapace) e Ingvar (Hilmir Sní¦r Guí°nason), una pareja sin hijos que vive aislada del mundo en su granja, en Islandia.
Un día, su rutinaria vida dará un giro radical, cuando descubren, en su propiedad, a un misterioso recién nacido, al cual deciden adoptar y criar cual si fuera suyo. Su llegada traerá felicidad a sus vidas hasta que descubren las consecuencias de desafiar a la naturaleza.
âPasaba mucho tiempo en la granja con mis abuelos y al principio empecé a hacer un libro con muchas referencias a ello. Pero cuando empecé a idear esto, era lo único que teníamos y el ambiente en el que queríamos que se desarrollara, con toda esta naturaleza, que se vuelve también un personaje, pero de dónde vino exactamente⦠no estoy seguroâ, expresó.
La producción, en la que también participan Bjí¶rn Hlynur Haraldsson e Ingvar Sigurdsson y la cual contó con la fotografía de Eli Arenson, fue reconocida en la edición 2021 del Festival de Cannes con el premio a la originalidad.