
En las últimas semanas, Kylian Mbappé ha mostrado su inconformidad por seguir en el equipo, cuando tenía ofertas del Real Madrid
Por: MarcaFrancia.- La imagen de Kylian Mbappé quejándose de Neymar ante Gueye en el banco de suplentes durante el PSG-Montpellier es una muestra más de que el vestuario del equipo galo está convulsionado con tantas figuras dentro de ellos. Y esa actitud del francés ante el brasileí±o no podría ser un hecho aislado, sino el producto de ciertos caracteres diferentes, que necesitan una atención primaria más importante que el de sus otros compaí±eros.
Semana cargadita
Antes de esa imagen que dio vuelta el mundo en la que Mbappé protestaba por el supuesto egoísmo de Neymar con él en el campo de juego, la semana había comenzado con la versión de que el âclanâ sudamericano apoyaría incondicionalmente a Keylor Navas en la lucha que el arquero costarricense tiene con el italiano Gigi Donnarumma para hacerse un fijo para Mauricio Pochettino.
Cuidado con los amigos
La disconformidad de Mbappé no hace más que certificar que, porque arrastran una amistad desde que coincidieron en el Barcelona y que, continuamente, lo certifican con publicaciones públicas en las redes sociales.
Conato âbelicosoâ
El tema ahora pasa por ver cómo gestiona Mauricio Pochettino este principio de conato âbelicosoâ que se cierne en la entraí±as de su parcela. Lo curioso es que todo esto llega muy pronto en la temporada, con todo en juego y antes de un partido clave ante el Manchester City, que puede significar la preocupación o la tranquilidad de las fechas venideras en la Champions League.
Lapidarias palabras
El âA mi no me lo pasaâ de Mbappé a Gueye (en el que incluso utilizó la palabra âclochardâ, que significa, literalmente, algo así como vagabundo o sin techo) y, en menor medida, el 8 a 2 (partidos jugados) de Navas a Donnarumma, son dos acontecimientos que Pochettino tendría que tener en cuenta si no quiere que los âgallosâ y âgallitosâ de los vestuarios conviertan esas entraí±as en un âpolvorientoâ ambiente que no sería, para nada, el adecuado, y aún menos, el deseado, en un club en el que todas las aspiraciones están puestas en lograr todos los títulos en juego, con la mira puesta, especialmente, en la tan deseada Champions League.
Números malos
Uno de los motivos por los cuáles podría haberse quejado Mbappé tras ser cambiado es su tremenda sequía goleadora que arrastra y que ya acumula cuatro partidos sin poder gritar un gol. Una racha adversa que es la peor desde septiembre de 2019.