
El líder del Movimiento 5 Estrellas y vicepresidente de Italia, Luigi di Maio, aseguró el pasado domingo que Macron es hoy el enemigo número uno de Italia.
Por: Agencias
Roma.- El Papa Francisco ha recibido en el Vaticano en un momento especialmente delicado para el mandatario francés. En plena tormenta por la reforma de la UE y las tensiones con Italia, los temas sobre la mesa eran la inmigración, los populismos o el futuro de Europa.
La reunión duró 57 minutos y fue a puerta cerrada. Durante el tiempo que se permitió asistir a los periodistas pudo verse como Macron entregó a Francisco una antigua edición del libro Diario de un cura rural de Georges Bernanos -que el Papa dijo que había leído muchas veces-, y el pontífice le regaló el medallón que representa a San Martín de Tours, patrón de Buenos Aires y que dió su manto a los pobres.
Macron no visitará al primer ministro italiano, Giuseppe Conte. Pero el presidente francés, que siempre se ha definido como agnóstico, utilizará la visita para mandar un mensaje claro al Palacio Chigi, sede del Gobierno italiano, sobre sus planes de futuro y las nuevas alianzas europeas. La tensión ha alcanzado cotas insólitas en las últimas semanas. La realidad es que el nuevo Gobierno todavía no ha realizado ninguna visita oficial al Santo Padre, pese a que Matteo Salvini anunció hace unos días su intención de hacerlo y recibió la callada por respuesta.
La política migratoria que trata de imponer por el ministro del Interior, especialmente su agresiva retórica, preocupa en el Vaticano. La opinión de la Santa Sede, posicionada desde la llegada de Francisco claramente del lado de los migrantes, será crucial en la percepción que algunos ciudadanos pueden tener sobre la dinámica política del gobierno de la coalición populista.
En clave interna, Macron âque llegó acompaí±ado por su esposa Brigitte, el ministro del Interior, Gérard Collomb, y una delegación de 15 personasâ también lanza un guií±o a la comunidad católica francesa, tradicionalmente escorada a la derecha. Durante esta visita, Macron recibirá el título de primer y único canónigo de honor de la basílica de Roma San Juan de Letrán, una distinción honorífica cuya tradición se remonta a derecho a los jefes de Estado franceses desde Enrique IV.
Con información de El País