
Medidas criminalizan a los indocumentados, al asegurar que representan una amenaza para Estados Unidos.
Por: Agencias
Washington, DC.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó a su Administración que aplique de manera más agresiva las leyes de inmigración, desatando la fuerza del Gobierno federal para encontrar, detener y deportar a los que viven en el país de manera ilegal, independientemente de si han cometido crímenes graves o no.
El Departamento de Seguridad Nacional emitió el martes una serie de documentos que convierten en políticas las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump sobre inmigración y seguridad fronteriza, lo que supone un cambio importante respecto de la forma en que se hacen cumplir las leyes de inmigración. Estos documentos revelaron el amplio alcance de las ambiciones del Presidente: difundir los crímenes de los inmigrantes, encargar a los oficiales de Policía locales del cumplimiento de las nuevas políticas, despojar a los inmigrantes de los derechos de privacidad, construir nuevas instalaciones de detención, desalentar a los solicitantes de asilo y, en última instancia, acelerar las deportaciones.
Las nuevas normas llevan a la práctica el discurso incendiario que utilizó Trump durante la campaí±a electoral, pues amplían la definición de âextranjeros criminalesâ y advierte que tales inmigrantes no autorizados âvictimizan rutinariamente a los estadunidensesâ, desprecian el âestado de derecho y representan una amenazaâ para Estados Unidos.
Bajo la Administración de Obama, los inmigrantes indocumentados condenados por crímenes serios eran la prioridad durante los procesos de deportación. Ahora, los agentes de inmigración, oficiales de aduanas y efectivos de la Patrulla Fronteriza han recibido la orden de detener a cualquier persona convicta por el delito que sea.
Eso incluye a las personas condenadas por fraude en cualquier asunto oficial ante una agencia gubernamental y a quienes âhan abusado de cualquier programa relacionado con la recepción de beneficios públicosâ.
La política también implica una expansión de las deportaciones rápidas, lo que permite que la Patrulla Fronteriza y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) deporten a más personas. Bajo la Administración de Obama, las deportaciones expeditas sólo fueron utilizadas dentro de un límite de 160 kilómetros de la frontera para gente que había estado en el país por un periodo no mayor a los 14 días. Ahora incluirá a quienes han residido en el país hasta por dos aí±os, y podrán ser detenidos en cualquier estado del país.
MíS RECURSOS
El cambio en las prioridades de aplicación exigirá un aumento considerable de recursos. Con un número estimado de 11 millones de indocumentados, el Gobierno ha tenido que ajustar sus prioridades debido a las limitaciones en la dotación de personal y dinero. El presidente Trump todavía no ha explicado de dónde saldrán los recursos necesarios para implementar las nuevas políticas. En los documentos de orientación emitidos el martes, se instruye el inicio del proceso de contratación de 10 mil agentes de inmigración y aduanas, la ampliación del número de centros de detención y la creación de una oficina dentro del Servicio de Inmigración y Aduanas que ayude a las familias de los asesinados por inmigrantes indocumentados. Trump hizo que algunos de esos familiares hablaran en sus mítines durante la campaí±a, y varios estuvieron presentes cuando firmó la orden. Las directivas también le ordenan al ICE, así como al servicio de aduanas y la Patrulla Fronteriza, volver a implementar un programa que recluta a oficiales y alguaciles de la policía local para ayudar con las deportaciones, convirtiéndolos en agentes de inmigración de facto. Esa política, conocida como el programa 287g, fue reducida durante el Gobierno de Obama.
El programa no cuenta con el apoyo de muchos estados y decenas de las ciudades santuario, que se han negado a permitir que sus agentes de la ley ayuden a detener a los individuos indocumentados. La publicación de las directivas ocurre dos días antes de que John Kelly, secretario de Seguridad Nacional, y el secretario de Estado, Rex Tillerson, se reúnan con sus contrapartes en México con la intención de rebajar las tensiones bilaterales.
Se arroja de puente tras ser deportado
Minutos después de ser deportado de Estados Unidos, un mexicano se suicidó este martes arrojándose de un puente a escasos metros de la línea fronteriza,
Según los documentos que traía sobre sí, se trata de Guadalupe Olivas Valencia, de 44 aí±os y nativo del violento estado de Sinaloa.
Los testigos de la tragedia âobservaron a la víctima angustiada tras ser deportado a una ciudad en donde no conocía a nadieâ, comentó a la AFP un bombero que pidió el anonimato. De su lado, un funcionario cercano al caso aseguró que era la tercera vez que deportaban al migrante mexicano.
Las autoridades acudieron al lugar tras recibir una llamada telefónica de emergencia de un automovilista, quien les alertó de la presencia de un hombre que miraba al vacío en el puente vehicular ubicado a escasos 20 metros de la frontera con Estados Unidos. Pero cuando llegaron los agentes, el hombre ya se había lanzado de una altura de 10 metros, aseguró José Luis Jiménez, subdirector del Cuerpo de Bomberos. Junto a él estaba la bolsa de plástico con sus pertenencias que le dio la agencia estadunidense de control de migración (ICE).
