
Piedras Negras, Coahuila.- La tormenta que azotó en la región el jueves, junto con el aumento en el caudal del río Bravo, provocaron un fenómeno poco común, una notable abundancia de peces en el área conocida como “Las Cortinas”, en el municipio de Guerrero, Coahuila.
Esta mañana, un grupo de pescadores del "Club de Pesca Entre Amigos PN" realizó un recorrido para llegar al área de las cortinas, a la cual apenas pudieron acceder debido a los encharcamientos y al lodo, que dificultaron el trayecto hasta el río.
Los pescadores documentaron el hecho a través de transmisiones en redes sociales, donde mostraron cómo los peces se acumulaban en grandes cantidades, e incluso algunos podían capturarse a mano.
"¡La gente los está agarrando con la mano, así literal!", expresó uno de los integrantes del club. Entre las especies encontradas se reportaron matalotes, bagres, robalos y "peces diablo”, estos últimos en mucha mayor proporción, siendo considerados una especie invasora.
El pez diablo, cuyo nombre científico es Hypostomus plecostomus, es un pez de acuario originario del sur del continente americano. Coloquialmente se le llama "pez limpiacristales", y suele ser adquirido por quienes poseen acuarios, ya que se alimenta de algas y ayuda a mantenerlos limpios.
En México, esta especie ha sido introducida de manera no controlada, y ha logrado expandirse por ríos y lagos gracias a fenómenos meteorológicos como lluvias intensas e inundaciones. Su capacidad de adaptación es impresionante ya que puede sobrevivir hasta 14 horas fuera del agua, y es altamente resistente a impactos.
En algunos de los videos publicados por el Club de Pesca local, se observa a los pescadores sacando ejemplares de esta especie y poniendo a prueba su resistencia, ya que son muy difíciles de eliminar e incluso sobreviven a golpes al intentar retirarlos del lugar.
Mediante las inundaciones, el pez diablo se inserta en estos nuevos hábitats, además de desplazar a especies nativas al competir por alimento y espacio, el pez diablo no tiene depredadores naturales en esta región, lo que ha facilitado su proliferación. Su supervivencia se ve también favorecida, ya que, a diferencia de otras especies endémicas del río Bravo, no es comúnmente consumido en la región.
Autoridades ambientales aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre este fenómeno, pero los pescadores locales han alertado sobre el impacto ecológico que esta especie podría tener si no se toman medidas de contención.
Fotografías: CLUB de pesca ENTRE amigos pn
RAVS