
San Juan de Sabinas, Coah.- “Se cumplió mi deseo que tanto le pedí a Dios, ya por fin tengo a mijo para llevarlo al panteón”, dijo Don Antonio Cabriales Balderas, padre de Mario Alberto Cabriales Uresti, el octavo minero, cuyos restos fueron entregados la tarde del martes.
En un ataúd color café, con la fotografía de su hijo y unos arreglos florales, se decidió que fuera velado en su domicilio ubicado en la calle Ramos Arizpe con Viesca, de la Villa de San Juan de Sabinas.
“Yo pude ver a mijo y supe que era el, eran puros huesitos, pero su cabecita, su complexión delgadita, es el y ya puedo estar tranquilo de que va a descansar en paz”, dijo.
Mario Alberto tenía 45 años al momento del incidente en el pozo de carbón El Pinabete donde perdió la vida, y se sobreviven su esposa y dos hijos.
A las 16:30 horas, los restos mortales serán traslados al panteón municipal Santa Rosa para darle el último adiós.