Por FRANCISCO VARGAS M.
En la legendaria y emblemática ganadería tlaxcalteca de Piedras Negras, ubicada en la Hacienda de San Mateo Huiscolotepec, enclavada en el municipio de Tetla; se llevó a cabo una agradable y amena reunión, a la cual asistieron personalidades del medio taurino
Nuestro amigo y colega Ángel Sainos, nos informa que en dicha dehesa, divisa color negro y rojo, con 150 años de antigüedad, su propietario, el escrupuloso ganadero y estupendo anfitrión don Marco Antonio González Villa y, su hijo, Patricio González Compeán, recibieron con enorme afecto amigos de la apreciable familia, entre ellos Joaquín Cisneros Fernández, su nieto Jhon Derek; David Guerrero, don Mariano González Zarur, don Rodolfo Carvajal Montés de Oca y su hijo Rubén; don Hugo García Méndez González, su señora esposa Guadalupe Salazar y su hijo Carlos; el presbítero Ranulfo Rojas Bretón, don Antonio De Haro González, Luis Mariano Andalco López, Ignacio Ramírez de Arellano y don Carlos Castañeda Gómez del Campo; así como los matadores Jerónimo y Manolo García Méndez.
Marco Antonio González señaló que está reunión fue a manera de agradecimiento a la amistad de muchos años que los asistentes han tenido con la ganadería de Piedras Negras y, por ende, con la familia González.
En dicha reunión además se realizó una interesante tienta, en la cual se probó la bravura de una vaca de la ganadería de De Haro, otra de la propia dehesa anfitriona, así como un eral para semental, también de la misma casa.
Las labores de tienta estuvieron a cargo del matador Jerónimo, quien dejó ver el comportamiento y lo que traía adentro cada una de las examinadas como el propio eral que fue bravo y con transmisión.
Cabe mencionar que Jerónimo fue auxiliado por el también matador Manolo García Méndez y por los novilleros José de Alejandría, Giovani Hernández y Luis Paguay; estando a cargo la suerte de varas del picador Malin Larios.
Posteriormente y una vez que varios de los invitados calmaron sus ansias de toreros, se trasladaron al casco de la hacienda, donde los anfitriones ofrecieron una exquisita comida preparada por el ganadero, escritor e intelectual don Carlos Castañeda Gómez del Campo.
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