Ciudad de México.- Después de una vida llena de estudios y reconocimientos fuera del país como sexóloga, la señora Alma Espinoza Garza viuda de Durán teme quedarse sin un lugar donde dormir; tiene 84 años y está completamente sola.
Quedó viuda desde hace 50 años, la herencia que dejó su difunto marido la dividió entre sus 6 hijos, ella renunció a la parte que le correspondía de la constructora familiar, confiando en que sus hijos velarían por ella.
Uno de sus hermanos le mandaba 2 mil pesos mensuales, dejó de ayudarla cuando se enteró del abuso económico de su hija y su yerno; la condición para que los siga recibiendo es que inicie un proceso legal en su contra.
Sus últimos años de vida le gustaría pasarlos acompañada, un asilo es su primera opción, la segunda que una familia la quiera adoptar como abuelita.
Con información de N+.
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