
Por Carlos Rodríguez
Saltillo.- El obispo de Saltillo Monseñor Hilario González recibió al nuevo gobernador Manolo Jiménez en una misa especial, en la que le aconsejó mantener la humildad y amor al pueblo, y le pidió mantener la paz en el Estado.
“Un buen gobernante es el que tiene amor a su pueblo y humildad, entonces también se lo pasé al costo, le puse como ejemplo o le pedí a Dios que a todos nuestros gobernantes los mire con bondad para que ellos puedan mantener el progreso social, y que puedan mantener la paz de manera estable”
El prelado ofició una misa el pasado sábado para la nueva administración estatal encabezada por Manolo Jiménez, su familia y gabinete en la capilla del Santo Cristo.
Y el domingo tras la eucaristía en la Catedral instó a los coahuilenses a orar por sus gobernantes, tal como lo recomendó el Papa Francisco, pues un católico no debe desentenderse de la política que en su más alto grado es la caridad.
“Un buen católico no se abstiene de la política, al contrario trabaja y se involucra para que efectivamente haya bien común”.
Subrayó que no hizo ninguna petición en específico al gobernador de Coahuila, más que gobierne para el bien común y en equipo.
“Ojalá que sepa conjuntar a todas las instituciones y la ciudadanía para el bien común”
AFPR