Por Maru Valencia
Saltillo.- Jugo y galletas de lonche, unas papitas con salsa a la hora de la salida, tortillas de harina en la noche: los niños de Coahuila están consumiendo más de 2 mil calorías al día y lo peor, es que no las gastan con ejercicio.
En este regreso a clases, la nutrióloga Melissa Menchaca Cruz, recomienda mejorar la alimentación de los pequeños, sobre los de primaria, ya que es realmente preocupante el hecho de que los niños con sobrepeso hoy, serán adultos con obesidad mañana.
“Hasta ahorita, en los análisis que he hecho de los niños que han venido a cita, la mayoría sí traen consumos de arriba de 2 mil calorías, sí es bastante”, asegura, “yo el máximo que le pongo son 1,200 calorías, y sólo si tengo un niño relativamente alto y que está haciendo mucha actividad”.
Aunque cada niño requiere una alimentación diferente dependiendo del ejercicio que realiza, la experta asegura que la mayoría está consumiendo más calorías de las “quema”, por lo que muchos ya padecen obesidad.
De hecho, tan sólo en esta semana 33 del Boletín Epidemiológico, Coahuila registró 459 casos más de obesidad, y es probable que se incremente con el regreso a clases.
“Todos esos alimentos son una exageración de azúcar, y me sorprende que es canasta básica, qué les das a los niños de lonche, y siempre es juguito de caja que traen un chorro de azúcar, un pastelito, siempre son cosas muy altas en azúcares”, afirma.
De ahí la importancia de que padres de familia y cuidadores eviten comprarles “mugrero” a la hora de la salida, o mandarlos con snaks poco saludables.
“Creo que es importante que sepan que todo esto empieza con un círculo vicioso, y si ahorita estamos enseñando a nuestros niños a consumir de esa manera, pues obviamente se les va a quedar; yo creo que es a partir de ahorita es necesario empezar a hacer cambios, poquito a poquito se puede logar”.
PARA PENSAR:
– México ocupa hoy el quinto lugar a nivel mundial en obesidad, con el 37.4% de niños y niñas de 5 a 11 años con este padecimiento.
– Muchos de estos niños ya presentan el síndrome metabólico, que conlleva a presión arterial elevada, triglicéridos (grasa en la sangre) y enzimas hepáticas al doble, que es un signo de riesgo de enfermedad de hígado graso.
