Por FRANCISCO VARGAS M.
Después de su actuación en el 2015, el diestro queretano Octavio García “El Payo”, regresó a la Plaza “Las Ventas” de Madrid, con la ilusión de triunfar, cosa que no sucedió, ya que ni el de Luis Algarra como Montalvo le dieron opciones. Por su parte, el valenciano Román escuchó palmas y cortó una merecida oreja como premio a su valor y entrega; mientras que el madrileño Francisco José Espada, dio vuelta al ruedo en el primero, tras una mayoritaria petición de oreja que el juez, José María Fernández-Egea le negó de manera inexplicable, sufriendo en su segundo una cornada en la parte posterior del muslo izquierdo.
Con tres cuartos de entrada y una asistencia de 18 mil 224 espectadores, clima fresco, salió por la puerta de los sustos, toros de las ganaderías Luis Algarra. Primero, manso, carente de raza y deslucido; segundo, noble, pero con poca fuerza; tercero pronto y con recorrido palmas en el arrastre; sexto, noble faltándole rematar el último tiempo del pase. Dos de la dehesa de Montalvo (Encaste Domecq), cuarto, descastado y aplomado; quinto, complicado colamocheando en sus embestidas.
OCTAVIO GARCÍA “EL PAYO” (Azul Rey y Oro)
Su primero fue “Malaspulgas”, número 25, con 520 kilos, de la ganadería de Luis Algarra, un toro que se enfrenó con capa, por lo que bregó para fijarlo. Muleta en mano, inició con pases a media altura, para enseguida ante el astado de poca movilidad, carente de raza y deslucido, a base de porfiar y estar con disposición le robó series por el derecho, logrando pases meritorios que parte del respetable le reconoció, intercalando adornos con pase del desdén. Por el izquierdo probó, siendo este un lado sin opción, por lo que optó continuar con diestra. Estocada desprendida efectiva, para silencio.
Con su segundo, de nombre “Plácido”, número 89, con 574, de la ganadería de Montalvo, lanceó de manera aceptable a la verónica. En el último tercio el toro llegó defendiéndose y parado, por lo que “El Payo”, no tuvo opción para lograr la faena deseada, sin embargo, le extrajo pases al aplomado burel a base de porfiar, pasaportándolo de pinchazo y media estocada perpendicular, un aviso y golpe de descabello retirándose en silencio.
ROMÁN (Gris Plomo y Oro)
A “Zapatazo”, lo recibió con verónicas cerrando con pinturera media. Ante un toro con ritmo, pero no sobrado de fuerza, a base de respetarle las alturas, logró una faena entendida e inteligente, sacando pases por
ambos lados de buen trazo que tuvieron eco en el tendido y sin apretar nunca al castaño, siendo series cortas. El astado se vino menos, por lo que optó concluir acortando las distancias. En la suerte suprema dejó el acero entero y contrario para palmas.
Con su segundo “Monaguillo”, de la dehesa de Montalvo, nada pudo hacer con capa al no ofrecer ninguna embestida franca el negro burel. En lo que toca con muleta, un toro no fácil que tiraba el tornillazo, genio, áspero y que calamocheaba, estuvo con gran firmeza y valor, sacando pases ambos lados por demás meritorios, jugándosela en cada uno de ellos, sin escaparse de un susto, concluyendo con manoletinas y estocada entera. Petición de oreja que le fue concedida de manera justa.
FRANCISCO JOSÉ ESPADA (Azul Marino y Oro)
El madrileño con sus primero “Rastrero”, abrevió con capa al salir suelto el astado. Tomó su turno “El Payo” quitando por lucidas chicuelinas. Con estatuarios y un inesperado pase cambiado por la espalda inició su faena, misma que tuvo buen planteamiento y contenido artístico. El toro tuvo movilidad y prontitud en sus embestidas, logrando pases largos y templados, rematados con estupendos y lucidos de pecho de pitón a rabo. Siguiendo con más series por el derecho intercalando pases cambiados por la espalda, cerrando con ajustadas bernardinas. Se fue tras el acero colocando el mismo hasta las cintas, teniendo petición
de oreja mayoritaria que inexplicadamente el juez, le negó dando una vuelta al ruedo con fuerza y palmas en el arrastre al toro.
Con el cierra plaza “Zorzaleño”, nada con capa, derribando al piquero, quitando “EL Payo” por delantales rematados con pinturera media. Por alto rodillas en tierra, comenzó su aseada y firme faena teniendo un toro con transmisión que en el embroque metía bien la cara, trazando pases templados pies fijos en la arena, siendo la parte final muletazos en la mínima distancia y con valor, algunos de ellos mirando al tendido, siendo prendido de fea manera al ser sorprendido cuando toreaba por naturales en la parte posterior del muslo izquierdo. Desafortunadamente pinchó su faena dejando una estocada que hizo guardia, y otra casi entera, recibiendo un aviso y palmas de aliento.
El parte médico firmado por los doctores García Padrós y García Leirado, dice lo siguiente: Herida por asta de toro en la cara interna, tercio superior del muslo izquierdo, con dos trayectorias: una ascendente, de 15 centímetros, que alcanza el pubis, y otra hacia adentro, de 15 centímetros, que bordea el recto. Puntazo corrido en la cara posterior del gemelo izquierdo y policontusiones en ambas piernas. Fue intervenido bajo anestesia general y trasladado a la clínica fraternidad muy presa Habana. El pronóstico es grave".
