Saltillo, Coah.- Las llamadas terapias de conversión son utilizadas para cometer actos de tortura en contra de los integrantes de la comunidad LGBTTTIQ+. En Coahuila se ha realizado este tipo de agresiones, sin embargo, las víctimas son obligadas a callar al firmar un acuerdo de secrecía.
El dirigente de la Asociación Civil San Aelredo, Noé Ruiz Malacara, señaló que han tenido reportes de personas que sufrieron tortura al someterse a estas terapias, sin embargo, no han podido denunciar debido a que están obligados por la vía legal a callar y reservarse las cosas que suceden durante dichas terapias.
“Sí tenemos reportes, pero no podemos hablar de esto porque las compañeras y los compañeros han firmado una carta de confidencialidad en la que no pueden revelar ciertos detalles de lo que pasa al interior de estos centros, porque al momento de revelar lo que está pasando pueden ir a la cárcel porque están firmando un documento, se les hace firmar ese documento de secrecía para poder tener ellos ese respaldo y que la persona al momento de salir no pueda hablar de ese tipo de cosas”.
Los actos que cometen los “pastores cristianos” y que promueven dichas terapias no están avalados por especialistas como sicólogos o siquiatras y justifican la tortura a las personas que son sometidas a las terapias en el nombre de Dios.
“Las terapias de conversión son terapias que no están valoradas por un sicólogo, un siquiatra, un especialista o un médico, son cuestiones que solamente se basan en la oración, cuando sabemos que en realidad la tortura que viven las personas que son sometidas a las disque terapias de conversión son inhumanas”.
Ante las diversas manifestaciones de organizaciones cristianas en contra de la iniciativa de la diputada Martha Loera sobre prohibir y penalizar las terapias de conversión, el activista señaló que dichas protestas solo confirman que las terapias son actos de tortura y que además son un negocio rentable para los líderes cristianos.
“El hacer este tipo de manifestaciones lo único que nos recalca y nos confirma es que al interior de estas terapias hay tortura y que el hecho de manifestarse no es por una libre decisión, sino para respaldar sus terapias, pero también es un negocio: recordemos que las terapias no son gratis, ¿cuánto le cobrarán a la familia?, ¿cuánto le cobrarán a la persona que se interna, para poder hacerlo?, entonces no es necesario que hagan este tipo de circos”.
Iniciativa
Fue en noviembre que la diputada de la fracción priista, Martha Loera Arámbula, presentó una iniciativa en la que se pretende castigar con prisión y multa a quien realice las llamadas terapias de conversión al considerarlas una agresión contra la la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona.
Actualmente la iniciativa presentada por la diputada se encuentra en estudio dentro de la comisión de Atención a Grupos en Situación de Vulnerabilidad, mientras tanto, varias organizaciones “cristianas” han realizado manifestaciones para que la iniciativa no sea aprobada.
