
Por Grupo Zócalo
Moscú.- Rusia ha amenazado con la destrucción de satélites occidentales si Kiev los utiliza para atacar al ejército ruso, algo que podría ser una posibilidad real o un nuevo esfuerzo para amedrentar a occidente, en especial a Elon Musk y su compañía SpaceX.
Según apunta el Wall Street Journal, la agencia de noticias rusa TASS afirma que Konstantin Vorontsov — funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú — ha declarado que los satélites “pueden ser un objetivo legítimo para un ataque de represalia” si Ucrania los está utilizando para atacar a Rusia.
Esto incluiría a los satélites espías norteamericanos y de otros países. EU utiliza sus satélites para facilitar información de movimientos de tropas rusas. Esta labor de inteligencia es vital para las decisiones estratégicas y tácticas al Ejército de Kiev. Pero es improbable que Rusia se atreva a atacar estas naves, ya que EU y la OTAN podrían consideralo un ataque sobre su territorio. Esto les obligaría a entrar directamente en el conflicto o, por lo menos, tomar represalias contra objetivos similares del Ejército ruso. Sería un camino que podría derivar rápidamente en una dramática escalada del conflicto.
Por eso, es probable que Vorontsov se esté refiriendo a los satélites Starlink de Elon Musk. El magnate amenazó recientemente con quitar este servicio a Ucrania a no ser que EU pagara la conexión. El Ejército ucraniano utiliza estos satélites para comunicarse y recibir datos entre unidades. Es un flujo de comunicación crucial para sus operaciones militares contra las tropas rusas.
De hecho, sin Starlink, es posible que Ucrania no se encontrara en la posición en la que está en estos momentos. Esta red internet espacial se usa para todo tipo de operaciones clave, desde dirigir los objetivos de la artillería, como las unidades HIMARS, a enviar órdenes y coordinar operaciones de forma constante. Finalmente, Musk dijo que iba a seguir permitiendo el acceso “gratuito” a Kiev (aunque, en realidad, las terminales las pagó en su mayoría el Pentágono).
Con información de El Confidencial