Por Silvia Mancha
Monclova, Coah.- Una ama de casa falleció de un infarto dos días después de ser liberada de las celdas policíacas donde estuvo encerrada tres horas por robo.
Eleazar, esposo de Rosa, vecinos de la colonia Pedregal, dijo que a su esposa la detuvieron el lunes y falleció el miércoles.
“Tenía azúcar, presión, anemia, no dijo que se sentía mal, no se quejó, nada más el miércoles no se quería levantar, le dije ya faltan 10 para las siete para llevar a la niña a la escuela; ella nada más daba vueltas, se levantó y le dije ya no la lleves faltan 10 para las ocho, no la van a dejar entrar, pero como quiera la llevó; llegó una combi escolar y la metió, a las 9 de la mañana le dije ya me voy enrrollame el lonche, lo enrolló y le dije me voy desconfiado, pero no me dijo nada, me fui y no anduve a gusto, para las dos de la tarde me hablaron que había fallecido, no sabemos a qué hora falleció porque se encerró”, dijo.
“Yo estoy con el pensamiento que a lo mejor fue eso, que se asustó porque la detuvieron, nada más porque abrió unos audífonos, no se los robó, porque si se los hubiera robado la hubieran agarrado del otro lado de la puerta, pasando las cajas es robo, ella dijo que los abrió para verlos, hasta le preguntó al guardia cuánto era, eran 75 pesos pero no quisieron que los pagara, le hablaron a la patrulla y la tuvieron tres horas en el bote”, dijo.
Mencionó que al ver que no regresaba del centro comercial, le dijo a su hijo mayor que le hablara y fue cuando se enteraron que estaba encerrada.
“Yo la había mandado a comprar jugos y producto para los zancudos, pero la encerraron tres horas, nos cobraron 300 pesos de multa, no me la querían entregar pero me vio la licenciada con mi niña de 6 años y luego luego me la dio, de volada”, dijo. Comentó que después de que la liberaron, Rosa ya no fue la misma.
“Yo digo que fue un abuso, porque no había robado, ahora, si son 75 pesos pagamos, para qué le hablas a la patrulla si no te estoy robando, nunca había sucedido, Rosa no tenía esa maña, yo creo que se le hizo fácil abrir los audífonos para verlos, cuando veníamos yo la miraba sabe como, hasta se resbaló. Agregó que la maestra fue a dejar la niña a su casa al ver que nadie acudió a recogerla, pues Rosa ya había muerto.
