Por Saul Garza
Saltillo, Coah.- A un día de aquella trágica mañana al poniente de Saltillo, en la que una explosión por la supuesta acumulación de gas derribó en su totalidad una vivienda en el fraccionamiento Santa Fe Cactus, el sector luce desolado.
En el aire se respira el temor de los habitantes que huyen de la privada tras la desgracia, pues la incertidumbre también se ha apoderado de sus mentes al no tener en claro lo ocurrido en la zona del siniestro.
Sandra Torres, Presidente del Comité de Vecinos en el fraccionamiento, detalló que hasta el momento las autoridades no han garantizado la reparación de los daños a las viviendas afectadas, por lo que han tenido que solventar los gastos de su propio bolsillo y en algunos casos han optado por abandonar el sector.
“Lo que queremos es que limpien, que se hagan responsables, que nos digan qué ocasionó esto. Las personas de las casas afectadas tuvieron que pagar más de 17 mil pesos porque sus casas estaban quebradas”
“¿Quién se va a hacer responsable?, que nos digan si la casa que se derrumbó tiene seguro, para que no se de carpetazo. Peligra la integridad de todos los vecinos porque entran y salen los fiscales como ‘Juan por su casa’ y no sabemos ni de que se trata esto” detalló la representante del fraccionamiento.
Entre la triste calma de sus calles, se escucha en las viviendas a algunas familias arreglando por su propia cuenta los daños, colocando bolsas negras, cartones o plásticos en las ventanas, mientras que algunos otros aprovechan la presencia de 30 vidrieros que ofrecen el servicio de reparación a los vecinos.
Entre las víctimas que dejó la explosión, también se encuentran dos civiles integrantes de una familia habitante del domicilio trasero al colapsado, quienes resultaron con heridas que ameritaron su hospitalización en una clínica privada.
“Tenemos vecinos en el hospital con cortaduras, internados y ahí nadie nos dice nada de quién va a pagar esa cuenta. No sé a qué gravedad pero si están internados” confesó la representante del sector.
En tanto, el terreno en el que apenas el pasado miércoles por la madrugada había una vivienda construida, hoy luce tan solo un cuadro de concreto. Una gran lona grisácea recubre la zona del desastre y la cinta de precaución aún resguarda el perímetro en la espera de que los peritajes concluyan y la tranquilidad regrese de nuevo a Santa Fe.
