Por Jesús Castro
Saltillo, Coah.- Aunque ante la jueza que la vinculó a proceso por la Ley Olimpia, Yéssica “N” aceptó permitir que Diego, su acusador, vea a sus dos hijas semanalmente, la ex esposa se niega a hacerlo y este fin de semana encerró y maltrató a una de ellas por querer irse a vivir con su papá. Ahora se está solicitando 36 horas de cárcel contra su ex mujer.
El 13 de julio de este año, una jueza penal vinculó a proceso a Yéssica por haber sustraído de la computadora de su ex esposo, fotos de él desnudo, las mostró a su familia y las ofreció a un juzgado familiar como prueba en el juicio de divorcio y patria potestad de sus dos hijas.
Ese día, entre las medidas cautelares que se le dictaron y que aceptó cumplir ante la jueza, fue permitir que Diego, víctima y ex esposo, ejerza su derecho a la convivencia semanal con sus hijas los martes, jueves y fines de semana.
Sin embargo, la semana pasada Yéssica no permitió que las viera entre semana, solo el fin de semana. Pero además, el domingo a las 11:40 de la noche, Diego recibió una llamada de su hija Sara, de 13 años de edad, pidiéndole que fuera por ella, que se quería ir a vivir con él.
Cuando el padre llegó a la casa de su ex, encontró que Sara estaba encerrada en una habitación del segundo piso, gritando que la ayudara porque su mamá la quería golpear. Ante esta situación, llamó al 911.
Mientras llegaba apoyo, Yéssica golpeó a Sara para quitarle el celular que su padre le había dado para comunicarse con ella, para luego cerrar la ventana por la menor pedía auxilio.
Cuarenta minutos después llegó una patrulla, cuyos elementos municipales y de la UNIF se negaron a actuar, pues Yéssica salió a negarles la entrada a ver la menor, alegando que tenía la guardia y custodia. Pero ante la insistencia, Sara salió un momento para hablar con los policías.
Ante esta situación, al violar Yéssica las medidas cautelares, la defensa de Diego está solicitando ante el juzgado se le aplique como apercibimiento el arresto hasta por 36 horas y solicitar nuevamente la custodia de las menores, al considerar que viven maltrato al lado de su madre. Están en espera de la resolución del juzgado penal y de la Pronnif.
