Tercera Novillada de la Temporada.
Por FRANCISCO VARGAS M.
Aguascalientes.- Se cumplió aquello que reza âCuando hay toros, no hay toreros; y cuando hay toreros, no hay torosâ, esto se confirmó en lo que fue la Tercera Novillada de la Temporada 2022 de la Plaza San Marcos, ya que casi todos los novillos de la ganadería de Arellano Hermanos, que traían las orejas prendidas con alfileres, se fueron completos lamentablemente al destazadero; ya que los jóvenes Pedro Bilbao y Jussef, desperdiciaron dos magníficos novillos, mientras que Alberto Ortega, no tocó pelo por fallar con la espada.
En esta ocasión, el coso centenario registró una magnifica entrada, lleno en sombra y sol más de tres cuartos. Con clima agradable se jugó un encierro bien presentado de Arellano Hermanos, buenos primero y tercero, que recibieron palmas en el arrastre; segundo, con un buen lado derecho; destacando sobre todo cuarto, de arrastre lento; y quinto, que merecía también un reconocimiento, siendo el prieto del arroz el sexto.
PEDRO BILBAO (Malva y Oro)
A âEl Raskaâ, lo recibió con una chicuelinas y verónicas, siendo desarmado en el remate, quitando por ajustadas gaoneras. Comenzó por alto en la boca de riego, siendo desarmado en su primera serie por el derecho. Por el izquierdo logró buenos naturales, siguiendo por el
derecho, faltándole sometimiento y estructura a su trasteo; pases por alto con pies clavados en la arena terminando de media estocada caída, escuchando palmas el novillero, así como el novillo en el arrastre.
Su segundo se llamó âQuince Aniversarioâ, con el que se abrió con capa a la verónica jugando los brazos, Con doblones sin rematar a pitón contrario fue la manera de iniciar su faena basada prácticamente por el derecho, en la cual logró derechazos que tuvieron calado, aprovechando las estupendas francas, nobles y bravas embestidas del burel, estando por varios momentos el novillo por encima del joven espada, quien terminó de muleta con pases por alto. Dos pinchazos, estocada tendida trasera, dos avisos para palmas, y merecido arrastre lento a los restos del bravo y gran novillo.
JUSSEF (Vino y Oro)
Con âKotitaâ, realizó el tancredo, cayendo a la arena de fea manera, lanceando posteriormente con una larga cambiada y verónicas abriendo compás, quitando por zapopinas moviendo pinreles, rematando con un afarolado. A petición del público cubrió el segundo tercio de manera espectacular para escuchar una diana. Con muleta, inició con un pase cambiado por la espalda, logrando una faena derechista, donde trazó aceptables derechazos, ante un novillo que no le presentó complicaciones por ese pitón, sin faltar un susto que no pasó a mayores. Pinchazo, bajonazo y un golpe de descabello para palmas.
Con âCumpleaí±eroâ, capa en mano lanceó a la verónica abriendo compás, realizando la suerte de âSalto con Garrochaâ, que no fue bien aceptada por el público. Una vez más cubrió el segundo tercio haciéndolo nuevamente de manera eficiente. Por bajo fue la manera de iniciar su trasteo de muchos pases, pero con poco contenido, viéndose en muchos momentos mejor el novillo que el espada. Pinchazo, estocada honda delantera para un aviso, retirándose entre división.
ALBERTO ORTEGA (Verde Olivo y Oro)
A âFelicidadesâ lo recibió de hinojos a porta-gayola con una larga, e incorporado realizó verónicas, chicuelinas y una caleserina, quitando de manera por demás ajustada por gaoneras. Brindó al ganadero Gabriel Arellano, comenzando por alto su faena que tuvo gran mérito, primero por someter al novillo y segundo por lograr series en las cuales se recreó, al trazar estupendos derechazos donde templó y mandó, sin faltar los adornos como el desdén y dosantinas. Al momento de querer pegar pases por alto, fue encunado de fea manera, estando errático con la espada recibiendo palmas de aliento.
El cierre plaza fue âMedio Centenarioâ, al que lanceó con verónicas aceptables, viniendo dos tumbos espectaculares a Juan Cobos, quitando de manera lucida por chicuelinas y tafalleras. Solicitó banderillas para cubrir el segundo tercio de buena manera. Brindó a Arturo Macías, iniciando rodillas en tierra por alto y derechazos, continuando con series por el mismo lado logrando pases en redondo, al sentirse sometido el
novillo buscó su querencia, siendo en ese terreno donde logró sus últimos pases, concluyendo con apretadas manoletinas; pasaportando al burel de media estocada para recibir merecidas palmas.
