
Recuerda la conductora lo mal que la pasó tras su divorcio en 2015.
Por El Universal
Ciudad de México.- âFui la mala del cuento por mucho tiempo, cuando no lo era, y nos pasa mucho a las mujeres, generalmente somos las malas de la historiaâ, es como recuerda Ingrid Coronado una de las etapas más tormentosas de su vida personal y profesional, vivida hace cinco aí±os.
Cuando en 2015 la conductora decidió dar por terminado su matrimonio con Fernando del Solar, quien pasaba por una lucha contra el cáncer que lo aquejaba desde 2012, la opinión pública se le fue encima a Ingrid acusándola de muchas cosas, como el haberlo abandonado cuando más la necesitaba; comentarios que afectaron su trabajo y desempeí±o en la televisión.
âPor más que lo intentemos no podemos controlar lo que sucede en nuestra vida, en mi caso particular, llevaba muchos aí±os procurando hacer las cosas de una manera para que estas salieran bien, pero el resultado fue completamente al revés. A veces decía, âno hay un sentido para lo que me está sucediendoââ.
Coronado cuenta que mientras estaba a cuadro durante las tres horas que duraba el programa Venga la Alegría, ella hacía esfuerzos por sonreír, concentrarse y hacer bien su trabajo, a pesar de que su mundo, hasta el momento de color de rosa ante los ojos del público; se estaba viniendo abajo. Asimismo, comentó que lo que intentaba era que sus hijos no se vieran afectados por lo que pasaba a su alrededor, ni se vieran contagiados por el dolor y tristeza que ella vivía.
âA mí me insultaban en la calle, diciéndome que era lo peor del mundo. Llegó un momento en que mejor no salía. A mis hijos los llevaba a la escuela, pero a centros comerciales, parques de diversiones o calles jamás, porque era una forma de protegerlos de que no vieran las cosas que me decían a míâ.
Ahora a la distancia, dice que la gente ha reconocido que lo más atinado que pudo hacer fue no responder a todo lo que le decían o de aquello que la acusaban, sino darles tiempo.
âSentí que quedó un hueco de compartir lo que sentí en esos momentos, de ver que mi marca como conductora estaba destruida y cómo fue encontrar la forma de cambiarla por otra mejorâ.