La parte trasera de la Clínica 2 parece yonke
Saltillo, Coah.-Â Al menos una docena de ambulancias que formó parte de la renovación del parque vehicular del IMSS hace apenas dos aí±os, mueren en la parte trasera de la Clínica 2 con neumáticos averiados, placas sin renovar, vidrios rotos y deterioradas al interior, mientras que cientos de pacientes esperan ser trasladados a otros hospitales de especialidad para dar solución a sus enfermedades.
Durante la administración del delegado estatal, Enrique Orozco Besenthal, se entregó un parque vehicular de 14 ambulancias destinadas a diversas clínicas del estado, la cuales fueron presentadas como de última generación.
Según el propio Instituto estaban equipadas con espacio para el paciente aislado del conductor, con doble aire acondicionado; sistema de dos baterías para distribución de carga con consola central en cabina del conductor y bancas laterales para acompaí±antes de pacientes.
Entre sus accesorios también se apuntaban mascarillas, termómetro, equipo de radiotransmisión, herramienta, banca con capacidad para tres ocupantes, tres asientos individuales, banca fija para pacientes, consola central para el control de luces, torretas, estribos y sirenas, sistema de oxígeno recargable, sistema de ventilación y extracción de aire en cabina de pacientes, capacidad de carga útil después de equipo de 750 kilogramos.
Aunque ahora lucen desmanteladas, deterioradas, con compartimientos rotos y descompuestas, con piezas de carrocería faltantes y sin baterías.
Durante su entrega en 2017, se dijo que éstas contaban con camilla tipo âmannaâ, dos tanques de oxígeno, portavenoclísis de camilla, esfignomanómetro aneoride, estetoscopio, equipo de cánulas orofaríngeas y glucómetro para mayor comodidad y seguridad del enfermo.
Sin embargo, las ambulancias hoy son parte de la chatarra que resguarda la clínica en su parte trasera, donde además se exponen al deterioro del tiempo y las condiciones climatológicas.
Los empleados refirieron que las ambulancias no han sido reparadas desde hace meses y podrían ser funcionales.
Entre sus accesorios también se apuntaban mascarillas, termómetro, equipo de radiotransmisión, herramienta, banca con capacidad para tres ocupantes, tres asientos individuales, banca fija para pacientes, consola central para el control de luces, torretas, estribos y sirenas, sistema de oxígeno recargable, sistema de ventilación y extracción de aire en cabina de pacientes, capacidad de carga útil después de equipo de 750 kilogramos.
Aunque ahora lucen desmanteladas, deterioradas, con compartimientos rotos y descompuestas, con piezas de carrocería faltantes y sin baterías.
Durante su entrega en 2017, se dijo que éstas contaban con camilla tipo âmannaâ, dos tanques de oxígeno, portavenoclísis de camilla, esfignomanómetro aneoride, estetoscopio, equipo de cánulas orofaríngeas y glucómetro para mayor comodidad y seguridad del enfermo.
Sin embargo, las ambulancias hoy son parte de la chatarra que resguarda la clínica en su parte trasera, donde además se exponen al deterioro del tiempo y las condiciones climatológicas.
Los empleados refirieron que las ambulancias no han sido reparadas desde hace meses y podrían ser funcionales.
