Rotundo triunfo de López Simón, corta tres orejas y abre la Puerta Grande de la Monumental

Joselito Adame y Ernesto Javier “Calita”, no tocaron pelo

Por FRANCISCO VARGAS M. Ciudad de México.- Triunfo rotundo y con fuerza fue el que tuvo el matador madrileí±o Alberto López Simón este viernes en la Plaza Monumental, al cortar un total de tres orejas y de esta manera abrir la Puerta Grande, primera que conquista en nuestro paí­s y por ende en la tierra de la gente buena. En lo que toca a sus alternantes Joselito Adame y Ernesto Javier “Calita” no escatimaron esfuerzo alguno por conquistar el triunfo, incluso el diestro mexiquense quien pechó con el lote menos potable, regaló un toro de la misma dehesa que tampoco le permitió lograr el éxito que anhelaba. En tarde fresca y poco más de media entrada en esta Octava Corrida de la CXCI Feria Nacional de San Marcos, se lidiaron siete toros de la ganaderí­a de Fernando de la Mora, de buena presencia pero de comportamiento desigual, destacando el tercero que mereció el arrastre lento y sexto que tuvo nobleza, los demás con cierta complicación sobre todo segundo y quinto. JOSELITO ADAME (Teja y Oro) Con el primero de su lote “Nietote” que tuvo poca fuerza mismo que al sentirse sometido se rajó, el diestro aguascalentense logró una faena de gran disposición, entrega y entendimiento, logrando lucidos pases sobre todo por el derecho abriendo compás, concluyendo su labor en la zona de tablas robándole pases por ambos perfiles uno a uno al astado que canto la gallina. Dos pinchazos, estocada honda y caí­da y un golpe de descabello para ser escuchar palmas. A su segundo “Sabor a Mi” decidido por el triunfo lo recibió con una larga cambiada y verónicas jugando los brazos; quitando de manera ajustada por gaoneras. Muleta en mano comenzó de rodillas con pases por alto siguiendo con series por el derecho donde toreo con suavidad ante las sosas embestidas del burel, Acortó la distancia para extraer más muletazos por ambos lados en redondo, concluyendo con joselillinas. Como algo inusual en él se puso pesado con el acero, retirándose entre división. ERNESTO JAVIER “CALITA” (Rosa Mexicano y Oro) “Solí­s” fue el primero al que se enfrentó el mexiqueí±o, quien lanceó por verónicas a pies juntos, luciéndose en banderillas Fernando Garcí­a López por lo que se desmonteró. Muleta en mano inició por bajo atemperando las embestidas del toro que iba rebaí±ando, dándose a torear por ambos pitones con entrega y valor logrando al final robarle pases uno a uno. Pinchazo y media estocada retirándose entre palmas. Con “Liberal” nuevamente se gustó al lancear por verónicas, llevando al toro con lucidas chicuelinas al paso, quitando de manera vistosa por faroles invertidos. Con muleta con un toro soso que terminó aplomado otra vez se le vio con actitud y disposición, intentando incluso intercaló adornos como dosantinas y joselillinas. Para su mala fortuna no estuvo certero con la espada recibiendo palmas en reconocimiento a su esfuerzo. Las cosas no mejoraron ni con el de regalo “Soberano” de la misma dehesa, toro basto, largo y hondo con 595 kilos de peso, con el que “Calita”, estuvo bien a la verónica, mientras que con sarga un toro que se armaba y presentó complicaciones estuvo voluntarioso, concluyendo de estocada caí­da recibiendo palmas de aliento. ALBERTO Lí“PEZ SIMí“N (Azul Pavo y Oro) Su primero “A mi Manera”, se abrió con capa recreándose a la verónica, llevando al toro por chicuelinas al paso para que fuera picado; quitando por chicuelinas y tafalleras. Con muleta comenzó de manera vibrante con pases por alto, cambiado por la espalda, trincherazo y el de pecho. Viendo la clase, fijeza y buen estilo del toro logró una faena de temple conexión y gran empaque, toreando con lucimiento en redondo con calidad para terminar su faena luminosa con dosantinas. Estocada poco trasera y un golpe de descabello, para petición de oreja que le fue concedida premiando el juez al toro con el arrastre lento. Con “Flaco”, sexto de la tarde un bonito toro berrendo alunarado, se recreó a la verónica, continuando con lucido quite por chicuelinas. Con la franela construyó una faena de menos a más toreando en redondo por el derecho al dejarle la muleta en la cara del toro. En un momento de confianza y al acortar las distancias fue prendido sufriendo un fuerte en la cabeza y pecho, maltrecho continuó en la cara del toro para extraer más pases en redondo por el derecho escuchando el grito de torero, torero, abrochando con molinetes y un cambio de mano por delante. En la suerte suprema dejó una estocada de efectos inmediatos para que se le otorgaran las dos orejas; para de esta manera alzarse como el gran triunfador del festejo, saliendo en hombros. ([email protected])