Arrestan a 5 por alterar el orden

A las 3:00 de la maí±ana se recibió otro llamado, ahora de vecinos de la calle Tabasco

Acuí±a, Coah.- Elementos de Seguridad Pública llevaron a cabo la detención de cinco sujetos que alteraban el orden en distintos puntos de la ciudad, mismos que quedaron a disposición del Juez Calificador para su multa correspondiente.

De acuerdo al informe de esta corporación, el primero de los detenidos fue Raúl Rico Vázquez, de 44 aí±os, quien fue arrestado en el cruce de las calles Castellano de ívila y José ívila en el fraccionamiento Altos de Santa Teresa, cuando fue reportado por sus propios vecinos.

Media hora más tarde reportaron también por alterar el orden a José Nií±o Hernández, de 40 aí±os, sólo que este lo hací­a en plena zona centro, al encontrarse precisamente en el cruce de las calles Hidalgo y Lerdo.

Una vez arrestado este tipo fue trasladado a una celda de la cárcel municipal.

Apenas habí­an transcurrido 15 minutos de este incidente cuando el sistema de emergencias 911 recibió otra llamada de auxilio donde indicaban que un tipo se encontraba alterando el orden en el cruce del libramiento Emilio Mendoza Cisneros y calle Josefa Ortiz de Domí­nguez, en la colonia Tierra y Libertad.

Inmediatamente una patrulla acudió a este sitio donde se logró la detención de Jorge Isaac Lucio Espino, de 48 aí±os.

A las 3:00 de la maí±ana se recibió otro llamado, ahora de vecinos de la calle Tabasco, quienes indicaban que un tipo se encontraba de actitud sospechosa en este sitio, por lo que fueron a detenerlo los elementos policiacos.

Una vez detenido el sospechoso dijo llamarse Raúl Ramí­rez Ramí­rez, de 50 aí±os. Finalmente, a las 4:00 de la maí±ana por andarse drogando en la ví­a pública fue detenido Gilberto Covarrubias González, de 20 aí±os, quien no dio más pormenores, sólo dijo que se estaba dando gusto “quemándole las patas al chamuco” cuando fue arrestado.

Estas cinco personas quedaron a disposición del Juez Calificador para que paguen su multa correspondiente, caso contrario a pasar sus 36 horas de rigor en una de las frí­as celdas de la cárcel municipal.