âEs el homicidio de los nií±os. Para tener una vida tranquila, se echa a un inocenteâ
Por: Agencias
Ciudad del Vaticano.- Ya había cargado contra el aborto en el pasado, pero nunca con estos términos. El papa Francisco ha vuelto a abrir este fin de semana el debate sobre el aborto selectivo, que ha llegado a comparar con los crímenes nazis, pero âde guante blancoâ, unas palabras que han dado mucho que hablar en Roma.
Lo hizo en un mensaje improvisado, saliéndose del guión, en un encuentro con asociaciones de familias católicas italianas. â¿Vosotros os preguntáis por que hoy no vemos tantos enanos por la calle? Porque el protocolo de tantos médicos âtantos, no todosâ es hacer la pregunta: â¿Llegan malâ? Lo digo con dolor. En el pasado siglo todo el mundo se escandalizaba por lo que hacían los nazis para curar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo, pero con guantes blancosâ, aseguró el Pontífice.
âEs el homicidio de los nií±os. Para tener una vida tranquila, se echa a un inocenteâ, agregó Francisco. Para ser más claro, Bergoglio se remontó hasta las prácticas en Esparta de arrojar a un nií±o con problemas desde la montaí±a, según le enseí±ó a él mismo una profesora de historia cuando era estudiante.
Los papas siempre han condenad los abortos de los fetos con malformaciones y en una ocasión Juan Pablo II ya evocó su similitud con las prácticas nazis para la pureza de la raza. Sin embargo, jamás una comparación había sido tan directa como la de Francisco del sábado, en unas palabras que luego confirmó el Vaticano. Casualidad o no, el pontífice argentino hacía este llamamiento contra el aborto selectivo en la misma semana en que el Parlamento de su país aprobó la legalización del aborto, para la gran celebración de las feministas argentinas, que habían organizado marchas sin precedentes.
Los grupos más conservadores italianos acogieron con alegría estas palabras, e incluso el diario derechista Il Tempo celebró que el Papa sea âtradicionalistaâ con una portada encabezada con las palabras âHabemus papamâ. En el mismo discurso, Francisco quiso dejar claro que para la Iglesia, aunque âse habla de familias diversificadas, de diversos tipos de familiaâ, la familia âa la imagen de Dios es una sola, esa entre un hombre y una mujerâ. Sus comentarios no gustarán nada en los grupos más progresistas de la Iglesia irlandesa, que han pedido que se incluya a las familias LGTB en el Encuentro Mundial de las Familias que se celebrará este agosto en Dublín, y adonde tiene previsto viajar el mismo Francisco.
Pero no sólo de familias ha querido hablar el Papa este fin de semana. El Pontífice, que ha mantenido siempre una ardua defensa a favor de la acogida de refugiados, no se había pronunciado todavía sobre el caso Aquarius con palabras claras. En el íngelus del domingo, Francisco no se refirió exactamente al buque, pero llamó a los países a continuar con las negociaciones en las Naciones Unidas para un pacto mundial sobre los refugiados que se asegure que son tratados con humanidad. âTambién cada uno de nosotros está llamado a estar cerca de los refugiados, a hallar con ellos momentos de cercanía, a valorar su contribución para que puedan integrarse mejor en las comunidades â, dijo.
Con información de La Vanguardia
