
Hubo un momento en el que perdió el conocimiento, por lo que la joven no recuerda cuánto tiempo duró la violación
Por: AgenciasDebate | Espaí±a.- La joven de 18 aí±os y originaria de Madrid que fue víctima de una violación grupal la madrugada del 7 de julio durante la celebración de San Fermín, en la ciudad espaí±ola de Pamplona, declaró el 8 de julio ante del Juzgado, describiendo los detalles de la agresión a la que fue sometida. La joven de Madrid explicó que 15 minutos antes de la violación uno de los sevillanos se sentó a su lado en la verbena, durante esos pocos minutos, conversó con él y otro más que se acercó y bailaron brevemente, pero después ella decidió irse a dormir, tanto los dos sevillanos como sus tres amigos, hombres entre 23 y 26 aí±os, insistieron en acompaí±arla hasta el coche en el que pernoctaba, para "cuidarla" y que "no le sucediera nada malo". Se fueron caminando, platicando normal, pero de repente le dijeron que se callara y no gritara. En esos momentos uno de los hombres sostenía la puerta de un portal que abrieron para abusar de ella. La obligaron a entrar al edificio, el que sostenía el portal, gritó al resto de sus cómplices: "¡Vamos, vamos!".
"YA NO VEíA QUIíN ME HACíA CADA COSA"
Los violadores la llevaron hacia la parte trasera del portal, donde le arrebataron su rií±onera y el jersey que ella llevaba encima y se pusieron alrededor de ella. Los hombres la forzaron sexualmente varias veces. "Ya no veía quién me hacía cada cosa", confesó la joven agregando que no alcanzaba a ver a los hombres que la rodeaban y que, como relató, habían bebido, pero aclaró que no estaban en estado de embriaguez.
LOS AGRESORES PEDíAN SU TURNO
Según la joven, los violadores hablaban entre sí y pedían su turno. "Quillo, me toca a mí", citó sus palabras. Hubo un momento en el que perdió el conocimiento, por lo que no recuerda cuánto tiempo duró la violación, solo tiene en mente cuando los hombres terminaron y se fueron corriendo, dejándola en el suelo tirada. Como pudo se paró, y comenzó a vestirse luego tuvo que juntar sus pertenencias que quedaron esparcidas por el portal, y se dio cuenta que sus agresores se habían llevado también su teléfono celular. Después salió a la calle y comenzó a llorar. Dos personas se acercaron y al enterarse de que había sido violada llamaron a la Policía, y posteriormente, los agentes de seguridad lograron localizar a los agresores según los datos aportados por la joven.