Ciudad de México.- Este 13 de septiembre se conmemora la épica acción de los cadetes que dieron su vida defendiendo el Castillo de Chapultepec de las tropas estadounidenses, Juan Escutia, Juan de la Barrera, Fernando Montes de Oca, Agustí­n Melgar, Francisco Márquez y Vicente Suárez son honrados cada aí±o por su valentí­a, sin embargo, hay un héroe más de esa batalla, que aí±os más tarde se convirtió en el Presidente más joven de México y su final llegó cuando fue fusilado por Benito Juárez durante la restauración de la República, su nombre es: Miguel Miramón. A los 15 aí±os de edad, siendo un joven cadete, estuvo a punto de morir en el ataque al Castillo de Chapultepec, fue herido en el rostro, Miramón cayó al suelo en lo más reí±ido del combate, y cuando su contrincante estaba a punto de atravesarlo con la bayoneta, la intervención oportuna de un oficial norteamericano impidió que aquel soldado acertara el golpe mortal y fue tomado como prisionero para ser liberado dí­as después. Sin embargo, la historia le guardó un lugar como traidor; fue general a los 24 aí±os, presidente a los 26, sus proezas al mando del ejército Conservador, durante la Guerra de Reforma, lo harí­an famoso. Derrotado por Juárez, se exilió en Europa durante algunos aí±os. Regresarí­a a México, tratando de unir su suerte a la del Emperador Maximiliano y a la de una causa perdida. Hecho prisionero en Querétaro, finalmente murió fusilado en 1867 junto al segundo emperador mexicano y Tomás Mejí­a en el cerro de las Campanas, negando hasta el último momento la acusación por la que fue sentenciado: la de traidor a la Patria.