
Muchas de ellas pagan una condena solo por cuidar de sus hombres a pesar de que un 80% son abandonadas por ellos.
Por: Agencias
Ciudad de México.- Aunque en las cárceles de la Ciudad de México disminuye la población de mujeres, éstas aún siguen echándose la culpa por proteger a sus parejas pese a que son abandonadas por ellos en casi un 80%, informó El Debate. Así lo reveló la vicepresidenta de la Comisión Especial de Reclusorios de la Asamblea Legislativa, Rebeca Peralta, quien sostuvo que el tema de reinserción para mujeres ha funcionado en la capital del país ya que de 10 presas sólo entre una y dos vuelve a reincidir. âEn la Ciudad de México, por lo menos en el tema femenil hay avances para evitar la sobrepoblación, afortunadamente la mujer no vuelve a caer en situación de cárcelâ, seí±aló Peralta. En entrevista, la legisladora local del PRD se congratuló de que en el Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla actualmente hay de mil 346 presas cuando su capacidad es para una población de mil 608 personas, mientras que en Centro Femenil de Reinserción Social de Tepepan hay 201 cuando la capacidad instalada para albergar es de 389 mujeres. Cifras de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario seí±alan que de las mil 547 mujeres presas en Santa Martha Acatitla y Tepepan, 385 están por robo calificado, 6 por robo simple, 26 por lesiones, 291 por homicidio, 154 por delitos contra la salud, 121 por delitos sexuales, 300 por privación ilegal de la libertad, 21 por uso de armas de fuego y explosivos, 33 por delincuencia organizada, 44 por extorsión y 166 por diversos delitos. âMuchas de las mujeres están por proteger al hombre y se echan la culpa por ellos, por eso se dice que están en reclusión por amor pero afortunadamente lo piensan porque son abandonadas inmediatamente, les dicen que las van a ayudar, se echan la culpa y se quedan en reclusiónâ, explicó la asambleísta. âSin duda los diputados de la Asamblea Legislativa y las autoridades de la subsecretaría del Sistema Penitenciario, encabezadas por Hazael Ruíz Ortega, tendremos que redoblar esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de las mujeres privadas de su libertadâ.