Abuela se degüella por depresión y diabetes

Hija y yerno encuentran cadáver de la mujer, quien desde tiempo atrás anhelaba morir.

Por: Augusto Rodrí­guez

Ramos Arizpe, Coah.- El calvario de padecer una terrible enfermedad y una profunda depresión por una larga soledad, orillaron a una mujer de la tercera edad a quitarse la vida, degollándose dentro de su domicilio situado en la colonia Manantiales del Valle, ayer por la maí±ana, movilizando a las diferentes autoridades. Fue alrededor de las 9:00 horas cuando Samuel llegó como cada maí±ana a casa de su suegra Anselma Blanco Galicia, de 68 aí±os, ubicada en el 1080 de la calle Rí­o Balsas, para visitarla, pues desde tiempo atrás la mujer padecí­a diabetes e insuficiencia renal. Al cabo de varios minutos y múltiples llamados a la puerta del domicilio, la mujer jamás abrió, por lo que, preocupado, su yerno decidió alertar a su esposa y juntos ingresaron rápidamente a la vivienda, realizando el aterrador hallazgo. Envuelta en un inconsolable llanto, la pareja encontró a la mujer tirada en el piso de la cocina, rodeada por un enorme charco de sangre y junto a ella varias navajas de afeitar y un cuchillo con los que decidió poner fin a su sufrimiento, cortándose el cuello y las venas de ambas muí±ecas.

Al no poder hacer nada por la sexagenaria, los deudos dieron aviso a las autoridades a través de una llamada al 911, por lo que momentos después elementos de la Policí­a Municipal y de la Unidad de Homicidios de la PGJE arribaron para tomar conocimiento de la situación.

TERRIBLE NOTICIA Entre lágrimas, vecinos del sector aseguraron que Blanco Galicia atravesaba por una dura lucha contra la diabetes y problemas renales, además de sentirse sola al enviudar aí±os atrás, por lo que desde hace aproximadamente un mes enteró a sus cuatro hijos sobre sus deseos de dejar este mundo. “Tení­a los pies tan hinchados que me pedí­a que la inyectara, diciéndome que ya no tení­a ganas de vivir, por eso todos los de la cuadra intentábamos darle ánimos, pues la querí­amos mucho, pero doí±a Anselma ya se sentí­a muy sola”, comentó Maru, vecina de la occisa.