
Cada 23 de junio, miles de personas alrededor del mundo celebran la Noche de San Juan, una de las festividades más antiguas y simbólicas del calendario popular. Con raíces que se remontan a tradiciones o, esta noche especial es sinónimo de fuego, renovación y conexión con lo espiritual.
Aunque su celebración varía según la región, en esencia se trata de una jornada dedicada a la purificación de energías, el cierre de ciclos y la bienvenida de nuevos deseos. En muchos lugares, es habitual encender hogueras, escribir intenciones en papel y quemarlos, o incluso bañarse en ríos o el mar con fines protectores.
Orígenes ancestrales y evolución religiosa
La celebración tiene un origen pagano vinculado al solsticio de verano en el hemisferio norte, cuando los pueblos ancestrales encendían fogatas como símbolo de poder solar, agradecimiento y protección contra espíritus malignos. El fuego era visto como un elemento capaz de limpiar lo viejo y abrir paso a una etapa de renovación.
Con el paso del tiempo, esta festividad fue absorbida por el calendario cristiano, al coincidir con la víspera del nacimiento de San Juan Bautista —24 de junio—, figura fundamental del cristianismo por haber bautizado a Jesús en el río Jordán. Así, la tradición se resignificó y se adaptó al nuevo contexto religioso, sin perder su fuerte carga simbólica.
Una noche mágica de rituales y creencias
La Noche de San Juan se celebra con una serie de rituales cargados de simbolismo. Estas son algunas de las prácticas más comunes:
Encender hogueras o fuegos simbólicos: Es el ritual más icónico. Saltar sobre el fuego (o sobre velas) siete veces representa la eliminación de lo negativo y la atracción de buena suerte.
Escribir deseos y quemarlos: Se cree que el fuego ayuda a materializar los deseos escritos en papel y a dejar atrás aquello que ya no se quiere en la vida.
Bañarse en aguas naturales: El agua del mar, ríos o lagos se usa con fines de protección y sanación, como símbolo de limpieza espiritual.
Quemar muñecos o figuras simbólicas: En zonas como Escobar e Ingeniero Maschwitz, en Argentina, se acostumbra prender fuego a muñecos, conocidos como "judas", para representar el cierre de etapas negativas.
Dormir con objetos bajo la almohada: Laurel, romero, cuarzos o incluso deseos escritos en papel son colocados bajo la almohada para atraer prosperidad, amor o paz interior.
Saltar olas: Especialmente en zonas costeras, se cree que saltar siete olas al amanecer trae fertilidad y salud.
madpf