
Piedras Negras, Coahuila.- A más de 12 mil kilómetros de distancia de sus hogares, tres nigropetenses vivieron los horrores de la guerra Israel-Terán y, en el peor de las angustias y el terror que quizá han enfrentado en su vida, pasaron más de 24 horas refugiados en un búnker bajo una lluvia de misiles y ataques aéreos.
Tras más de una semana de haber viajado a Tierra Santa, Samuel e Isaac Ruiz Mora así como la esposa de este último están afortunadamente a salvo y al lado de sus familias.
Con voz entrecortada Samuel narró lo que definió como algo inimaginable y que no le desea a nadie, pero que al mismo tiempo representó una experiencia que lo compromete a pedir más por la paz del mundo.
Indicó que un día antes de tomar el vuelo de regreso a México vía Madrid, él, su hermano su cuñada y otros cuatro mexicanos fueron concentrados en un búnker a unos 40 metros de profundidad de la superficie de la tierra.
Hijos del pastor evangélico, Fernando Ruiz de la Rosa, Samuel reconoció que empezó a entrar en pánico al enterarse de que los vuelos estaban cancelados por tiempo indefinido.
En su intento de tratar de salir lo más pronto posible de Israel para regresar a México, Samuel reconoció que las autoridades diplomáticas nacionales no fueron de mucho apoyo, ya que solo los confundieron más.
El también pastor evangélico explicó que se arriesgaron a salir muy a tiempo de Israel rumbo a la frontera con Egipto, conduciendo por carretera cuatro horas, en lugar de permanecer en Jerusalén días, semanas o meses, sin estar con sus tres hijos ni su esposa.
Aun con barba de varios días, tras llegar a Piedras Negras apenas este lunes, Samuel señaló que lo primero que hizo fue abrazar a su esposa y sus pequeños de cuatro meses, seis años y ocho años, al tiempo que valoró mucho la presencia de su hermano Isaac y de su cuñada.
EQE