
No tiene desperdicio la reciente investigación del periodista Luis Carlos Plata, para Horizonte Lagunero y periódico Zócalo.
En Torreón, el gobierno de Román Alberto Cepeda González parece haber perfeccionado la fórmula del saqueo institucional. El hallazgo exhibe un presunto desvío de 67 millones de pesos del erario, mediante la contratación de una empresa fantasma —Nepco Industrial— para “limpiar” lotes baldíos.
Lo escandaloso no es sólo la simulación de servicios que nunca se realizaron, sino la eficiencia con que se borraron los rastros: la compañía ya fue disuelta, el domicilio fiscal es una bodega abandonada y su accionista principal vive en una casa modesta con papelería incluida. Se trata de un mecanismo recurrente para simular acciones y quedarse con el presupuesto.
Sencillo y perverso
El modus operandi en la nueva operación simulada del ayuntamiento de Torreón era sencillo… y perverso: el municipio hacía como que limpiaba terrenos privados, facturaba el servicio a los propietarios vía predial y entregaba el dinero público a una empresa sin infraestructura. Todo, diseñado a la perfección desde la Tesorería Municipal, de Oscar Luján.
Así gobierna Robán: con facturas infladas, empresas patito, prestanombres y simulación. El “crimen perfecto” sólo se rompe si hay voluntad política para auditar a fondo y castigar.
Bautizo de lujo
El fin de semana hubo fiesta en grande en los jardines del campo de golf Montebello. El anfitrión: Ariel Martínez Mendoza, para más señas, jefe de Gabinete en el gobierno municipal. Las invitaciones no se limitaron a Torreón y la Laguna; llegaron hasta Saltillo y Monterrey.
Fue una fiesta de bautizo y el funcionario municipal dio muestras de generosidad con los invitados. Literalmente echó la casa por la ventana.
Entre los asistentes, hubo un comentario recurrente: hay que invertirle al negocio de la renta de sonido para actos oficiales, porque evidentemente sí deja.
Jalón de orejas
Al diputado federal Francisco Javier Borrego Adame lo mandaron llamar hasta ‘Chávez’, desde las altas esferas del morenismo, y no precisamente para aplaudirle. Enviados directos de Andrés Manuel López Beltrán —sí, “Andy”, quien realmente dicta línea en la dirigencia nacional— le leyeron la cartilla por sus reiteradas ausencias y su escasa aportación al trabajo legislativo, todo mientras anda en pleno idilio personal.
El reclamo no surgió de la nada: fue la senadora Cecilia Guadiana quien encendió la mecha al denunciar que Borrego más que sumar, estorba. Y no sólo eso: el diputado decidió declararle la guerra y ha advertido que hará hasta lo imposible para impedir que sea candidata al gobierno de Coahuila. Grilla sin resultados, pleito interno y poco trabajo. Así no hay luna de miel que aguante.
dsgf