Toronto, Canadá. En un gesto de profundo calado político, el rey Carlos III y la reina Camila del Reino Unido inician este lunes una visita de dos días a Canadá. Este viaje, inusual y significativo, ha sido programado por las autoridades canadienses como una respuesta directa a las recientes amenazas del presidente estadounidense Donald Trump de anexar el país norteamericano.
El martes, Carlos III, quien además de ser el monarca británico es constitucionalmente el jefe de Estado canadiense, pronunciará el Discurso del Trono en el Parlamento de Canadá. Esta será apenas la tercera vez en la historia que un monarca británico lee este texto que inaugura oficialmente una nueva sesión parlamentaria y que detalla los objetivos del Gobierno canadiense para la legislatura. Las ocasiones anteriores fueron en 1957 y 1977, a cargo de la reina Isabel II, madre del actual monarca.
Un símbolo de resistencia frente a la presión de Trump
La presencia de Carlos III en Ottawa cobra una relevancia particular, especialmente considerando que el monarca se encuentra en tratamiento por un cáncer no especificado. El primer ministro canadiense, Mark Carney, solicitó expresamente esta visita histórica.
Desde finales de 2024, Donald Trump ha reiterado su deseo de convertir a Canadá en el estado número 51 de Estados Unidos. En enero, al ser cuestionado sobre el uso de la fuerza militar, Trump respondió: “No, la fuerza económica”. Además, ha calificado la frontera entre ambos países como una “línea artificial” y ha afirmado, sin pruebas, que Canadá no sobreviviría sin las “subvenciones” estadounidenses. Lo que inicialmente fue percibido como una broma de mal gusto, se ha convertido en una creciente preocupación para los canadienses.
“Canadá cuenta con un defensor firme en nuestro soberano”, afirmó Carney a principios de mayo al anunciar la visita, subrayando la “trascendencia de nuestro tiempo”. Por su parte, la gobernadora general de Canadá, Mary Simon, destacó que la visita “pone de relieve la duradera relación entre Canadá y la Corona”.
La Monarquía como Baluarte Institucional
El académico Philippe Lagassé, experto en la monarquía británica, explicó que la presencia del rey Carlos III en el Parlamento canadiense busca confrontar la narrativa de Trump. “La existencia de Canadá ha sido cuestionada por el presidente de los Estados Unidos. La presencia del soberano, la personificación del Estado canadiense, para abrir la legislatura federal envía un mensaje: este es un país de instituciones que se remontan miles de años, heredadas del Reino Unido pero conformadas por nuestra singular historia y aspiraciones”, sentenció Lagassé.
La visita, que se enmarca en un contexto de tensiones geopolíticas, reafirma el arraigo de la identidad canadiense en su constitución y la relevancia de la Corona como un símbolo de la soberanía e independencia del país.
Con información de EFE noticias
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