
Washington; 4 de mayo.- El presidente Donald Trump habló sobre los temas más polémicos de su Gobierno en exclusiva con el programa Meet the Press de NBC News. El mandatario republicano defendió, ante la presentadora Kristen Welker, sus aranceles, sus planes migratorios que lo han enfrentado con las cortes e incluso hablo sobre la posibilidad de un tercer mandato.
La amplia entrevista se llevó a cabo en su complejo Mar-a-Lago en Florida y se emitió este domingo.
Los inmigrantes y su derecho al debido proceso
Trump fue tajante al argumentar que cumplir su ambiciosa promesa de campaña de llevar a cabo rápidamente deportaciones masivas puede tener prioridad sobre dar a los inmigrantes el derecho al debido proceso según la Constitución, como exigen las cortes.
Una parte central de la agenda de Trump ha sido implementar la “mayor operación de deportación” en la historia de Estados Unidos, como prometió durante la campaña de 2024. Con ese objetivo, su Administración ha presionado a los tribunales para que permitan la expulsión inmediata de inmigrantes a los que acusa de ser miembros de una banda venezolana, sin darles la oportunidad de defender su caso ante un juez.
Durante una entrevista el mes pasado con el mismo programa, el secretario de Estado, Marco Rubio, respondió: “Sí, por supuesto”, cuando se le preguntó si toda persona en Estados Unidos tiene derecho al debido proceso.
Trump, sin embargo, no está tan seguro.
“No lo sé. No soy abogado. No lo sé”, respondió Trump cuando Welker le preguntó si estaba de acuerdo con Rubio.
Trump también ha dicho que, aunque “siempre tenemos que obedecer las leyes”, le gustaría que también se enviara a El Salvador a algunos “delincuentes locales”, una propuesta que fue ampliamente criticada por expertos jurídicos.
Cuando Welker trató de señalar lo que decía la Quinta Enmienda, Trump sugirió que ese proceso lo retrasaría demasiado.
“No lo sé. Podría decir eso, pero entonces tendríamos un millón o 2 millones o 3 millones de juicios”, dijo. “Tenemos miles de personas que son, algunos asesinos y algunos traficantes de drogas, y algunas de las peores personas en la Tierra”.
“Fui elegido para sacarlos de aquí, y los tribunales me impiden hacerlo”, añadió.
“Pero incluso teniendo en cuenta esas cifras de las que habla, ¿no necesita defender la Constitución de Estados Unidos como presidente?”, cuestionó Welker.
“No lo sé”, respondió Trump. “Tengo que responder diciendo, de nuevo, que tengo abogados brillantes que trabajan para mí y que, obviamente, van a seguir lo que dijo la Corte Suprema”.
La Corte Suprema ya ha dejado claro a la Administración Trump en tres decisiones recientes diferentes que tiene que permitir los derechos básicos del debido proceso para los inmigrantes sobre la base de la comprensión de larga data de las leyes.
Eso no requeriría juicios completos, como sugirió Trump. Lo que requeriría es la posibilidad de comparecer ante un juez de inmigración. Estos jueces no forman parte del poder judicial, sino que son empleados del Departamento de Justicia. Funcionarios de la Administración se han manifestado en contra de tales restricciones, lo que ha dado lugar a acusaciones de que han desafiado las instrucciones de jueces de tribunales inferiores e incluso de la Corte Suprema.
Uno de los principales puntos de discordia ha sido la novedosa invocación por parte de la Administración de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar rápidamente a presuntos miembros de la banda venezolana Tren de Aragua. La ley sólo se ha utilizado anteriormente en tiempos de guerra, pero el Gobierno de Estados Unidos alega que la banda es efectivamente una fuerza invasora conectada con el régimen venezolano para utilizar el poder de la ley para expulsar a personas sin pasar por los procesos establecidos en otras legislaciones, como la Ley de Inmigración y Nacionalidad. Sin embargo, esta iniciativa se enfrenta a una fuerte oposición.
Los hombres que se enfrentan a la deportación en virtud de la ley indicaron que no tenían ninguna oportunidad de impugnar si son siquiera miembros de la banda, lo que llevó a dos decisiones diferentes de la Corte Suprema que bloquearon a la Administración de enviarlos a una prisión en El Salvador sin el debido proceso. Una de las decisiones se produjo a primera hora de la mañana del 19 de abril, horas después de que los hombres fueran embarcados en autobuses y dirigiéndose a un aeropuerto de Texas.
Otro caso de alto perfil ha involucrado a Kilmar Abrego García, un salvadoreño que vivía en Maryland con su esposa y sus tres hijos cuando fue deportado a su país natal. La Administración Trump lo acusó de ser miembro de la pandilla MS-13 –lo que la esposa y el abogado de Abrego García niegan– en su justificación para deportarlo a su país de origen, a pesar de que la orden de un juez de inmigración de 2019 prohibía enviarlo allí.
Un inconstitucional tercer mandato
“Seré presidente por ocho años”, Trump opinó sobre las especulaciones sobre un tercer mandato.
Pero luego en su entrevista, Trump declaró que un tercer mandato es algo “que no está permitido”. Y mencionó no solo a JD Vance, sino también a Marco Rubio cuando le preguntaron sobre los futuros líderes republicanos.
Trata de calmar miedos a una recesión
Al preguntársele sobre las pequeñas empresas preocupadas por los aranceles a los productos chinos, Trump afirmó que “muchas empresas están recibiendo ayuda” y que no era necesario el alivio que buscan algunas pequeñas empresas. “No lo van a necesitar. Van a ganar muchísimo dinero”, afirmó.
Sugirió que los estadounidenses deberían poder arreglárselas con menos bienes comunes, como muñecas o lápices. Al preguntársele sobre el aumento de precios en artículos como neumáticos o cochecitos, Trump se centró en la gasolina, afirmando que era “miles de veces más importante”.
En general, respondió a las preguntas sobre la incertidumbre económica actual culpando a su predecesor y prometiendo un futuro más sólido tras algunos sobresaltos de la “transición”.
Con información de Telemundo
AFL