
Por: EFE
Ciudad de México.- Un cuarto de hora terrible, el último de la primera parte, dejó esta noche en San Mamés al Athletic casi imposible estar en su final, la que el 21 de mayo acogerá ese mismo escenario parece que seguro con el Manchester United en ella, ya que el conjunto inglés se impuso por 0-3 en ‘La Catedral’ en la ida de semifinales.
Fueron quizás los peores 15 minutos de la historia del Athletic, que vio cómo se le esfumaba su sueño con un tanto de Casemiro y dos de Bruno Fernandes; el primero del fino centrocampista portugués, de penalti.
Abrió el marcador el brasileño en una jugada por la banda de Harry Maguire, propio de un consumado extremo. Su centro lo tocó en el primer palo el uruguayo Ugarte, otra de las estrellas del día, y Casemiro fusiló en el segundo.
Fernandes transformó desde los once metros un penalti, a instancias del VAR, de Dani Vivián, que fue expulsado, a Rasmus Højlund. La jugada había nacido también en un control con la mano, aunque en el suelo, de Alejandro Garnacho.
Posteriormente, Fernandes superó a Julen Agirrezabala con suficiencia, tras recibir un gran pase de Ugarte, para colocar el 0-3 en el electrónico.
El Athletic había arrancado mejor, pero había perdonado en dos ocasiones de Alex Berenguer y una tercera de Iñaki Williams, y tampoco le ayudó la labor arbitral, ya que el noruego Espen Eskas dejó en nada una jugada que también le pidió revisar como posible expulsión a Maguire en el minuto 57 por derribo a Maroan Sannadi siendo el último defensor.
Perdonó el Athletic y el United, que ya había avisado en el minuto 5 con un gol de Garnacho que anuló el VAR por salir el delantero hispano argentino de posición de fuera de juego; no solo no perdonó, sino que hizo sangre en un cuarto de hora de los peores del Athletic en sus 127 años de historia.
Abrió la masacre una jugada casi surrealista con Maguire transmutado en Ryan Giggs ante Jauregizar antes de poner un gran centro al área, tocado en el primer palo por el uruguayo Ugarte y rematado a la red por Casemiro en el segundo.
Acusó muchísimo ese gol el conjunto rojiblanco, que ya quedó a la deriva hasta el descanso. Sobre todo porque dos minutos después el VAR entró para chequear un agarrón de Vivián a Højlund que derivó en penalti y expulsión del central internacional. Bruno Fernandes engañó a Agirrezabala desde los 11 metros para poner el 0-2. La jugada había nacido en una mano de Garnacho.
No se quedó ahí el conjunto inglés, que marcó el 0-3 justo al filo del tiempo reglamentario en una combinación cerca del área de todo el ataque inglés que finalizó con la segunda asistencia del partido de Ugarte y el segundo gol de Fernandes, que superó con habilidad a Agirrezabala.
Siguió amagando el Manchester con un cuarto gol y los aficionados locales llegaron a ilusionarse con un par de acciones de Djaló. Pero la final, su final en San Mamés, la que más ha deseado, está casi imposible para el Athletic.
DMC