
Piedras Negras, Coahuila.- A través de un comunicado de la Diócesis de Piedras Negras, el obispo Alfonso Gerardo Miranda, se pronunció por lo que calificó una emergencia ante las deportaciones y la suspensión del programa CBP One.
“Nos unimos a la tristeza de hermanos y hermanas que se han visto afectados por el cierre del programa CBP One”.
Añadió que como Diócesis de Piedras Negras, se tendrá contacto con la presidencia municipal de Ciudad Acuña para ofrecer apoyo a través de los centros de atención a personas deportadas que ha preparado el municipio y ofrecer ayuda por parte de la Iglesia en la recolección de alimentos, agua, cobertores, ropa de frío además de ofrecer atención espiritual, de ser permitido.
“En Piedras Negras haremos lo mismo, además de ofrecer ayuda directa a través de nuestras instalaciones de la casa y comedor de Frontera Digna”.
Aseguró que como Diócesis están preparados para actuar, en caso de ser necesario además en Allende, Nueva Rosita y Sabinas a través del servicio que se ofrece regularmente a través de las parroquias de esos municipios.
“Seguimos en alerta para brindar apoyo humano y espiritual a quien lo necesita, encomendamos a nuestros hermanos y hermanas migrantes y personas deportadas a María refugio de ellos y confiamos en Dios por su bien, de sus familias y de todos los pueblos”.
madpf