Por: Agencia Reforma
Ciudad de México.- Morena y sus aliados en el Congreso echaron mano de su aplanadora para que fuera un hecho la nueva ley que busca darle vía libre a la reforma judicial e impedir en definitiva que la Suprema Corte la frene.
En menos de una semana, la 4T amarró la supremacía. Primero fue el Senado y luego la Cámara de Diputados aprobó la reforma que impide impugnar modificaciones a la Constitución. Inmediatamente, fue turnada a los Congresos estatales.
La Cámara de Diputados y el Senado realizaron el mismo jueves la declaratoria de validez de la reforma que impide impugnar modificaciones a la Constitución.
Más tarde, el Gobierno federal publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma de supremacía constitucional.
En medio de la discusión de la reforma judicial en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), prevista para el próximo martes, el dictamen aprobado contiene un transitorio que establece que los asuntos que se encuentren en trámite, como las modificaciones al PJ, deberán resolverse conforme a las disposiciones contenidas en el decreto.
En la Cámara de Diputados se llevó a cabo la declaratoria sin la presencia de las bancadas del PAN, PRI y de Movimiento Ciudadano, quienes se ausentaron, dijeron, para no convalidar una modificación constitucional que atenta contra los derechos humanos.
La sesión duró apenas 15 minutos; el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, subió a tribuna para pedir a sus correligionarios y aliados sentirse tranquilos y satisfechos con lo aprobado.
La coordinadora del PAN, Noemí Luna, calificó la declaratoria de validez de la reforma como un acto aberrante. Señaló que la mayoría no le dio ni 24 horas a los Congresos locales para su aprobación, por lo que puso en duda que los legisladores locales realmente hayan tenido tiempo de conocer las modificaciones constitucionales y sus implicaciones.
Tras la aprobación en San Lázaro, el proyecto de declaratoria fue enviado al Senado, donde fue validado sólo con el voto en contra de la bancada del PRI y sin la presencia de las bancadas del PAN y MC.
Discuten Alito y Noroña
Ahí, un acalorado debate sobrevino entre Alejandro Moreno y Gerardo Fernández Noroña.
Enfadado porque el presidente del Senado no daba la palabra a la bancada del PRI, el dirigente tricolor subió a tribuna a encarar al morenista.
“Te hemos respetado siempre para que nos des la palabra”, le dijo el priista que permanecía de pie junto a Noroña.
“Vaya a su curul…, dígame desde su curul”, respondió el petista, pero después alzaría la voz.
-“¡No me ponga el dedo encima!”, reclamó Noroña.
– “¡A mí no me grites!”, enfureció el priista.
– “¡No me ponga el dedo encima!, ¡respeto a la presidencia!”
-“¡A mí no me grites, no me grites!”, reviró “Alito” mientras que el ex priista y hoy pevemista Jorge Carlos Ramírez Marín intervenía para intentar acallar a su ex correligionario.
– “¡Respeto a la presidencia!”, insistía Noroña.
– “¡Date a respetar!…que nos de la palabra”, pedía “Alito” a los legisladores que se acercaron. Incluso, la senadora morenista Lucía Trasviña se interpuso entre el petista y el priista.
“Continúe la Secretaría con los asuntos de la agenda”, prosiguió Fernández Noroña mientras el campechano se dio la media vuelta.
ACS