Por: Grupo Zócalo
Torreón, Coah.- El gallo “Cometa Diablo” se abrazó a los brazos de Morfeo, apenas el sol quedó oculto tras la luna. Unos minutos más tarde, en pleno medio día, cuando el eclipse comenzaba a ceder, volvió a cantar cuando se percató de que el astro rey volvió a reclamar su lugar en el cielo.
Desde el planetario de Torreon, así como las aves, volaron para guarecerse cuando la luna hizo de las suyas durante el eclipse total de este lunes, sujeto de un listón rojo amarrado a una silla, este gallo.
Proveniente de Autlán, Jalisco, don Guillermo Andraítia Castañón, aunque con algunas modificaciones, revivió la experiencia que vivió en julio de 1991.
Motivado por uno de sus tíos que es Astrónomo, cuando Guillermo tenía unos 29 años, realizó este experimento cuando se presentó a la observación del fenómeno con una jaula llena de gallinas y gallos.
Cuando el sol queda cubierto por la luna, las gallinas tienden a subirse al palo, a dormir en los ranchos, al igual que los gallos. Aunque solo pasan unos minutos, los gallos cantan cuando regresa la luz, al suponer que amaneció nuevamente.
En esta ocasión fue más difícil para la familia que tuvo que viajar en avión, así que llegaron hace un par de días antes de este acontecimiento, cuando iniciaron la búsqueda del ejemplar en mercados y veterinarias.
Sin embargo, con la premura, “Cometa Diablo”, de forma clandestina, tuvo que pasar la noche dentro de una caja en la habitación del hotel en donde durmió la familia. “Estaba destanteado”, dijo Guillermo.
Aunque con la oscuridad, de inmediato se acurrucó, al regresar la luz del día, el ejemplar tardó en reaccionar tras unos minutos, pero finalmente, tras varios intentos como quien posterga su alarma 5 minutos más, el gallo entonó su melodía “matutina”, pero al medio día, ante el asombro de los visitantes.
EJQE
