Saltillo, Coah.- El gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís dijo que la relación que tuvo con la Presidencia de la República fue combativa, que siempre le dio buen trato y nunca le faltó al respeto al presidente López Obrador, pero que sí exigió para Coahuila lo que le tocaba a la entidad.
En la recta final de su mandato y haciendo remembranza de la relación que tuvo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, Riquelme Solís dijo que sería prudente en sus últimas declaraciones, para no afectar el actual proceso de entrega recepción, pero que en honor a la verdad, reconoce que la relación fue difícil.
“Mi relación con el Gobierno federal fue combativa, exigiendo lo que le tocaba a Coahuila. Fueron prácticamente estrangulados los estados, fueron muy débiles los argumentos para la reducción de participaciones, y no había poder humano que cambiara el Presupuesto de Egresos de la Federación en la Cámara baja, que es la que lo aprueba”, indicó el Gobernador.
Expresó que, aunque la relación hubiera sido cordial, de todos modos no le hubieran dado nada a Coahuila, por lo que, como Gobernador prefirió exigir que lo que aportaba la entidad se convirtiera en participaciones, desde la alianza federalista, hasta que se quedó solo. Sin embargo, dejó claro que siempre exigió sin faltar al respecto a la figura presidencial.
“Fui muy respetuoso en mi relación, exigí lo que le correspondía a Coahuila, pero siempre con el Presidente tuve buen trato, nunca fui grosero cada vez que venía. Nunca tuvo de mi parte un discurso con lisonja, fui directo y al grano”, manifestó el gobernador Miguel Riquelme Solís.
Señaló que incluso al final de su sexenio Coahuila siguió siendo castigado por la Federación, hasta este último mes, con una reducción de mil 300 millones en participaciones, y un presupuesto federal aprobado para el 2024 sin recursos para obras, mientras que la mayoría fue orientado para proyectos del Presidente.
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