Ciudad de México.- Los costos derivados de la reconstrucción de Guerrero por el paso del huracán “Otis”, la política fiscal que implementó el Gobierno y los aumentos salariales, repuntarían los precios, advirtió el Banco de México (Banxico).
Estos factores, que pueden propiciar que la inflación retome su trayectoria ascendente, fueron citados en la minuta de la reunión de política monetaria realizada el 8 de noviembre y publicada ayer por Banxico.
De hecho, el Inegi informó que ya retomó el camino ascendente en la primera quincena de noviembre, tras varias quincenas a la baja.
Según los datos la tasa de inflación anual fue de 5.32% en la primera quincena de noviembre, ligeramente mayor a la de 4.29% esperada por el consenso de Bloomberg y superior a la que se presentó en la segunda quincena de octubre cuando se ubicó en 5.25 por ciento.
El índice de precios subyacente se desaceleró al pasar de 5.46 a 5.31% anual y el no subyacente avanzó 1.41% anual, 0.77 puntos más que la quincena previa.
Desde el punto de vista de los analistas de Citibanamex, el aumento estacional de las tarifas eléctricas y de los precios de algunos servicios, así como mayores precios de los alimentos, propiciaron el incremento quincenal.
Carente de plan
Advierten que la falta de un plan para asegurar la viabilidad de Pemex en el mediano y largo plazos, más allá de los apoyos otorgados, representa un riesgo para la sostenibilidad de las finanzas públicas y la calificación crediticia.
De acuerdo con Banxico, hay riesgos que pueden propiciar un repunte de precios mayor.
Uno de los integrantes apuntó que existe la posibilidad de presiones fiscales derivadas de las necesidades de apoyo a la población afectada por “Otis”.
Otro señaló que los costos pueden aumentar más de lo contemplado debido al apretamiento del mercado laboral –con demanda de trabajo fuerte, tasa de desempleo baja y aumentos salariales– y a factores idiosincrásicos, como la inseguridad, los incrementos previstos al salario mínimo y los efectos del huracán “Otis”.
Algunos identificaron como riesgo la política fiscal procíclica (cuando la economía está en auge y los ingresos gubernamentales se incrementan, el Gobierno eleva su gasto y su deuda).
Otro destacó que a pesar de que para 2023 se espera un déficit menor al aprobado, para 2024 se contempla un déficit de balance público de 4.9% del Producto Interno Bruto.
Externó que, lo anterior, aunado a los cambios en la estructura del gasto público, imprime retos significativos para la consolidación fiscal prevista para 2025.
Presiones posibles
Necesidades de apoyo a la población afectada por ‘Otis’.
Apretamiento del mercado laboral
Factores idiosincrásicos
Política fiscal procíclica
