Por Agencia Reforma
Ciudad de México.- Cuatro jóvenes fueron víctimas de un asalto a mitad de la noche cuando viajaban sobre la Autopista México-Puebla, luego que una piedra abandonada en medio del camino obstaculizó su tránsito y los obligó a detenerse, el pasado 10 de octubre.
“Sí fue una experiencia muy fea, porque a pesar de ser una de las vías más transitadas, creo que una hora para que llegara Guardia Nacional se nos hizo muchísimo tiempo”, narró uno de los ocupantes.
La escena quedó documentada en una serie de grabaciones que muestran el momento en el que Kevin, Lenin, Karen y Roberto, quienes regresaban a Puebla después de un viaje de trabajo en la Ciudad de México, fueron sorprendidos por dos hombres mientras esperaban ser auxiliados por Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos (Capufe), después que la piedra dañara su vehículo.
Eran las 20:37 horas, de acuerdo con el registro de la grabación, estaba lloviendo cuando el conductor, Kevin, de 27 años de edad, se cambió al carril de alta velocidad y no alcanzó a esquivar el obstáculo que sacudió su camioneta Ford Lobo de poco más de media tonelada y casi provoca que se impacten contra el muro de contención, sobre el kilómetro 55 de la carretera, a la altura de Chalco, Estado de México, a unos 10 minutos de la caseta de San Marcos.
Los jóvenes se detuvieron en el arcén de la vía. Bajaron de la camioneta por un momento para ver los daños: dos llantas reventadas. Posteriormente, Lenin tomó su teléfono para comunicarse con Capufe.
Por un minuto Lenin estuvo escuchando una grabación, hasta que un operador finalmente tomó la llamada.
-Le atiende Mauricio Martínez, ¿en qué puedo ayudarle?
“Gracias, estoy aquí sobre la autopista de Ciudad de México a Puebla, había una piedra sobre la pista y se me reventaron las dos llantas del vehículo”, le explicó.
El operador de Capufe le pidió a Lenin los datos de su vehículo y sus coordenadas para conocer su ubicación exacta. Luego le explicó el procedimiento que llevarían a cabo, hasta que Lenin, agitado, le dijo al operador que los estaban asaltando, como se escucha en la grabación de la llamada telefónica que las víctimas compartieron con Grupo REFORMA.
Ni el operador ni Lenin colgaron la llamada.
En tanto, Kevin estaba lidiando con el asaltante que golpea con fuerza su ventana.
“Tranquilo, tranquilo”, le dice Kevin al asaltante mientras arranca.
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La cámara frontal del vehículo capturó el momento en el que el presunto agresor disparó contra Kevin y los restos del parabrisas le cayeron encima.
“Sí me dio”, grita Kevin retorciéndose de dolor, con un labio ensangrentado, pero sin dejar de conducir en medio de la lluvia con los neumáticos perforados hasta un paradero en Llano Grande.
Lenin Pérez, de 35 años de edad, es dueño de una empresa de seguridad electrónica, que brinda servicio de GPS y cámaras de transporte público. Antes de lo sucedido, utilizaba esta vía para trasladarse dos veces a la semana a CDMX por cuestiones de negocios. Ahora reducirá la cantidad de sus viajes y tratará de evitar trasladarse por las noches.
Tras el asalto, el empleado de Capufe le dijo a Lenin que enviaría una ambulancia y a la Guardia Nacional, pero los elementos llegaron una hora después de lo sucedido.
En medio de la confusión, Kevin pensó que la bala había entrado a su cuerpo, pero sólo lo rozó y perforó su chaqueta.
Ese mismo día, Lenin contó que una de sus cámaras de seguridad registró el robo de un tráiler sobre la misma autopista, pero con una hora de diferencia.
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