Por Agencia Reforma
Acapulco.- En medio del calor y con fiebre producida por dengue, una mujer en Acapulco escucha al médico que la atiende decirle “no hay paracetamol”.
Ambos se encuentran en una de las 43 brigadas médicas que se instalaron en diversos puntos de este puerto por la contingencia por el huracán “Otis”.
Se trata de la unidad médica que se instaló en el zócalo, a la cual llega la gente para que le den una consulta o surtir una receta médica.
“Entonces si tengo dengue, ¿cómo me quito la fiebre?” le preguntó la paciente al quien la atiende.
Sobre una mesa y varias sillas están colocadas cuatro cajas repletas con medicamentos, pero en ninguna de ellas hay pastillas de paracetamol.
“A lo largo de la Costera (Miguel Alemán) hay alrededor de seis unidades médicas, a lo mejor en una de estas hay paracetamol, contesta el médico, por lo que la mujer tendrá que trasladarse con molestias a buscar un punto donde conseguir el medicamento, el único con el que se puede tratar la enfermedad transmitida por mosquitos.
Desde la noche del 25 de octubre, después de la llegada del huracán “Otis”, hospitales públicos y privados se quedaron sin el suministro de la luz eléctrica.
Las clínicas de la Secretaría de Salud y del IMSS ubicados en distintos puntos de Acapulco funcionan de manera parcial.
En el Hospital General “El Quemado” ubicado en la zona rural de Acapulco solo se están atendiendo las urgencias debido a que las plantas de luz eléctrica de emergencia no están funcionando a toda su capacidad, contó un trabajador.
“Ahorita va aumentar el dengue por la basura acumulada y de hecho por esta contaminación ya se están generando un incremento de enfermedades gastrointestinales y conjuntivitis”, dijo Eduardo Rentería Melo, enfermero de la unidad médica móvil del zócalo.
Mencionó que en la unidad médica de este punto se dan entre 200 y 300 consultas médicas diarias pero que el medicamento que tienen es insuficiente.
“Hay mucha demanda de atención médica y es escaso el medicamento”, dijo Eduardo Rentería.
Las 43 unidades médicas trabajan desde las 8:00 hasta las 17:00 horas diariamente.
En la brigada del Bienestar que está en las instalaciones de la Zona Militar en la Colonia Icacos hay un registro de mil consultas médicas al día de pacientes que en su mayoría tienen gastroenteritis, conjuntivitis e infecciones de la piel.
Si en el sector de salud público la atención médica no está a toda su capacidad, en los hospitales privados sucede algo similar, ya que carecen de suministro de energía eléctrica.
Fernando Jiménez Álvarez, gerente del Hospital Privado “Cristo Rey” ubicado en el centro de Acapulco contó que pese a que ellos siguen sin servicio de luz están trabajando pero solamente dando consultas.
“Aquí no dejamos de atender a la gente a quien le damos la consulta pero no pueden comprar el medicamento porque las farmacias fueron saqueadas”, dijo Fernando Jiménez.Ahorita está llegando gente con problemas gastrointestinales, conjuntivitis e incluso personas que requiere el cambio de sus sonda vesical e incluso han muerto enfermos que no pudieron tener el servicio de hemodiálisis”, aseguró Fernando Jiménez.
Dice que la acumulación de la basura y de charcos de agua sucia en las calles está provocando aumento de enfermedades de infección y no descartó una epidemia de dengue.
“Afortunadamente hay brigadas médicas del Gobierno federal que atiende a la gente de las colonias de la periferia de Acapulco”, aseguró.
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