Por: Luis Durón
Saltillo, Coah.- Transcurrieron 13 años para que llegara finalmente la justicia. Un juez de distrito confirmó que el Estado mexicano asesinó al saltillense Jorge Mercado y a su compañero Javier Arredondo, estudiantes del Tecnológico de Monterrey ejecutados extrajudicialmente por militares el 19 de marzo de 2010.
A poco más de 13 años de la ejecución de ambos estudiantes, el juez Jorge Reynoso Castillo dictó una sentencia condenatoria de 90 años de prisión en contra de los cinco militares que participaron en el asesinato de los dos estudiantes, a quienes confundieron con sicarios.
Para enmendar su error trataron de hacer pasar a Jorge y Javier como integrantes del crimen organizado, que iban armados “hasta los dientes”.
En rueda de prensa, los padres de Jorge, doña Rosy Alonso y su esposo Joel Mercado, así como la hermana de Javier, Reyna Arredondo, externaron su satisfacción por esta sentencia que se considera histórica.
“Ha sido un camino muy difícil que sabemos que no termina aquí, pero sí lo vemos como una victoria que un juez determine que los militares asesinaron a Jorge y a Javier, es una victoria.
“No hay otras personas que puedan haber asesinado a los muchachos, porque dentro del Tec no había nadie más que los militares y Jorge y Javier… es el mayor premio que Dios nos pudo dar por esta lucha de 13 años”.
“A Felipe Calderón yo le diría que hay un Dios muy grande, que necesitará pedirle perdón por todo lo que hizo en su momento, que si él considera que lo hizo bien le diga que lo hizo bien, pero si lo hizo mal, que se lo diga a Dios y le pida perdón; Dios es tan grande que lo pudiera perdonar”, dijo Rosa Elvia Mercado, madre de uno de los estudiantes del Tec de Monterrey asesinados por militares tras un enfrentamiento.
Luego que a 13 años de la ejecución extrajudicial de su hijo Jorge Antonio Alonso Mercado y su compañero Javier Francisco Arredondo Verdugo, se dictó una sentencia condenatoria contra los cinco militares que los asesinaron.
La madre de Jorge expresó que se encuentra llena de gozo porque después de una lucha de 13 años, finalmente un juez de Distrito dictó la sentencia condenatoria contra los cinco castrenses.
Consideró que se trata de un hecho histórico ya que el Estado mexicano aceptó que fue el causante del asesinato de los dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, quienes fueron confundidos y señalados como sicarios que pertenecían a un grupo criminal por los militares que los asesinaron.
Rosa Elvia relató el largo camino que ella, junto con su esposo y los padres de Javier Francisco, tuvieron que recorrer para que se lograra hacer justicia a los dos jóvenes en un hecho que expuso las constantes violaciones a los derechos humanos durante la fallida guerra contra el narcotráfico declarada por Felipe Calderón.
Expresó que fue hasta el 2016 que lograron que el caso se consignara ante un juez, que una jueza tomara el caso pero durara poco; la averiguación previa estuvo sin avance dos años hasta que fue canalizada al juez Cuarto de lo Penal, José Reynoso Castillo, el cual dictó la sentencia histórica.
La madre de Jorge Antonio refirió que durante toda esta lucha nunca tuvo un acercamiento directo con ninguno de los tres presidentes que gobernaron en ese lapso y tampoco con algún procurador, siendo la única persona con quien tuvieron contacto la exsecretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, que en marzo de 2019 ofreció una disculpa pública a nombre del Estado mexicano.
“No tienen que tardarse 13 años para que hagan su trabajo y se logre hacer justicia para las víctimas. Cuando escuchamos al presidente López Obrador decir ‘Abrazos no balazos’ nos sentimos tristes porque ahora lo único que hay son balazos”, recalcó.
Rosa Alonso sostuvo que todavía falta que identifiquen a quien dio la orden de asesinar, también que se castiguen otros delitos cometidos por los militares, como el robo de identidad, abuso de autoridad y uso excesivo de la fuerza.
“Los militares nos dicen que sus familias sufren por tenerlos ahí encerrados y hablar solo por teléfono, nosotros les contestamos que por lo menos ellos pueden verlos y hablarles, porque ellos nos quitaron esa oportunidad con nuestros hijos”.
Crimen simulado ‘hasta los dientes’
Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo eran amigos y estudiantes del Tec de Monterrey.
Jorge, de 23 años, era originario de Saltillo y estudiaba la maestría en Ciencias con especialidad en Sistemas de Manufactura.
Javier, de 24, provenía de Baja California y cursaba el doctorado en Ciencias de la Ingeniería.
La noche del 19 de marzo de 2010, Jorge y Javier fueron asesinados en las inmediaciones de la biblioteca del campus Monterrey.
Fueron atacados por elementos del Ejército durante un supuesto enfrentamiento.
Los militares los señalaron como sicarios, modificaron la escena del crimen y pusieron armas en los cuerpos de los jóvenes.
El Gobierno de NL y las fuerzas federales declararon en su momento que “estaban armados hasta los dientes”.
Al revelarse que eran estudiantes, indicaron que sus muertes eran un “daño colateral”.
Luego de denuncias e investigaciones, en 2015 se reveló que ambos fueron golpeados, ejecutados y su identidad robada para ocultar el crimen.
Cinco militares fueron identificados como presuntos responsables y hasta ahora se dictó sentencia en su contra.
