Por: Grupo Zócalo
Saltillo, Coah.- La saltillense Mariana Salas habita desde hace años al norte de Israel. Ella y su familia decidieron seguir allá pese al conflicto entre palestinos e israelíes, pues prevalece la esperanza de que intervenga la comunidad internacional y todo se aclare pronto.
Luego del ataque múltiple lanzado por sorpresa el sábado contra Israel por el grupo islamista Hamás, supera ya los 700 muertos y miles de heridos, en lo que es ya un estado de guerra con las milicias palestinas de Gaza. No se descarta que Israel emprenda una ofensiva a gran escala por tierra en los próximos días.
La saltillense dedicada a la ciberseguridad, ha encontrado en este país, una gran apertura para desempeñarse en su profesión. Sin embargo, reconoció que esta situación genera un gran desconcierto.
“Jamás, jamás habíamos visto algo así. Desde la guerra de Yom Kippur hace 50 años esto no había sucedido. La gente está desconcertada no saben qué pasó, cómo es que se pudieron infiltrar al territorio. La gente secuestrada, los soldados cómo es que lograron secuestrar soldados”, externó.
En medio de la incertidumbre, las escuelas están canceladas, algo que no había sucedido en los 10 años que habita ese país, donde aún con el conflicto, todo seguía normal, hasta ahora. Autopistas que siempre están llenas de autos, ahora están vacías al igual que la playa cercana, normalmente muy concurrida.
“Anteriormente todo el conflicto era defensivo y antes de que pudieran entrar al territorio atacábamos antes de que algo pasara y esta vez, entraron al territorio”, explicó.
Actualmente todos los suministros básicos funcionan correctamente desde agua, electricidad, internet. “Pero sí, las calles están vacías, muchos restaurantes cerrados porque mucho del personal ha sido mandado a reservas para prepararlos a entrar a combate de ser necesario”, dijo.
Los trabajos han mostrado mucha flexibilidad con los empleados. El director de la empresa para la que ella labora, informó a los colaboradores “que la oficina está abierta para quien quiera ir y despejar la mente… quien quiera trabaje de casa con niños en casa y quien no pueda trabajar no hay problema”, dijo.
Los empleadores también tienen que considerar que varios ciudadanos ya fueron llamados para ir a combate y otros tienen familiares en esa situación. Otros tantos, tenían familiares en el festival que fue atacado la mañana del sábado en donde jóvenes fueron secuestrados y otros muertos.
En el caso de su esposo, quien todavía no es llamado a combate, debe continuar con sus labores, ya que trabaja en el aeropuerto que se ha vuelto un caos, ya que muchas personas buscan abandonar el país… vuelos cambiados, cancelados y lo que resulte.
“Mi cuñada si está viendo vuelos para salir del país… Mi esposo y yo decidimos quedarnos… no es tan fácil sabes… La verdad que sí tengo fe en que todo se va a aclarar pronto… No creo que lleguemos a algo peor, no sé, igual estoy siendo muy optimista, pero pienso que va ser igual q otras veces que la comunidad internacional va a entrar y va haber una tregua”, dijo.
Gaza se encuentra a unas dos horas de Tel Aviv, la zona en la que se encuentra actualmente con su familia. Lo más difícil ha sido buscar la forma de explicar a su pequeño hijo de 5 años por qué hay que resguardarse cuando se alcanza a escuchar la alarma.
