Ramos Arizpe, Coah.- Dentro del Centro Federal de Reinserción Social número 18, ubicado en Mesillas, opera una “tienda de raya”, además de ser torturados, las personas privadas de su libertad en este centro penitenciario son obligados a comprar productos básicos a precios excesivos como un galón de agua en 500 pesos o un paquete de rollos de papel higiénico en 400 pesos.
Antonio, cuyo hermano se encuentra cumpliendo una sentencia en el Penal de Mesillas, expuso que los custodios y directivos del complejo penitenciario operado por el Gobierno de la Cuarta Transformación, lucran con las necesidades de salud de las personas privadas de su libertad.
Expresó que desde que trascendieron los videos donde se expone a un grupo de custodios cuando golpean a un interno hasta quitarle la vida, aumentó el grado de maltrato hacia el resto de los demás para que no denuncien ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos la tortura de las que son víctimas.
El familiar refirió que desde hace tres semanas, no les han permitido asearse adecuadamente a los internos provocando condiciones de insalubridad dentro de las celdas.
Además, dentro del complejo penitenciario opera una tienda administrada por los custodios y los internos son obligados a comprar los productos de higiene personal pero a precios excesivos.
El agua deben comprarla ellos y el galón de agua está en 500 pesos. Además los productos que se venden en la tienda son muy caros, rollos de papel higiénico y pasta de dientes en 400″
Informó que los internos están amenazados por los custodios y les han pedido a sus familiares no denunciar, esto con el fin de evitar represalias como que se les cancelen las visitas y sean torturados.
Fue en las semanas recientes que se publicó un video del interior del Penal Federal donde se observa el momento en que los custodios ingresan a la celda de Oliver N y lo golpean, luego lo trasladan al área médica donde es declarado sin vida.
A pesar de la existencia de la grabación, las autoridades penitenciarias federales intentaron hacer pasar la muerte del interno como un suicidio, mientras tanto la Fiscalía General de la República investiga a los involucrados en la agresión al interno.
Sin embargo, los custodios a quien se responsabiliza por el asesinato del Oliver, quien días antes de su muerte había denunciado ser víctima de tortura y extorsión dentro del penal, continúan trabajando en el complejo penitenciario y mantienen a las personas privadas de su libertad bajo amenaza.
EJQE
