Por EFE
Madrid.- La terna de matadores compuesta por los españoles David Galván y David de Miranda y el mexicano Arturo Gilio salió este martes a hombros del coso de Priego de Córdoba (España), tras repartirse un total de siete orejas de un encierro de Julio de la Puerta.
Pocas opciones tuvo Galván ante el que abrió plaza, con el que anduvo voluntarioso sin obtener respuesta del enemigo, en una larga faena sobre la mando derecha.
La primera oreja la cortó David de Miranda del segundo, con el que se empleó volcándose para extraer lucimiento por ambos pitones, enlazando a media altura y consiguiendo tocar pelo por su constante empeño.
El mexicano Gilio pudo cuajar al primero de su lote, el mejor hasta ese momento, con el que se mostró docto con los engaños, luciendo en el capote y al natural.
Fue una faena bien estructurada y rematada por ambos pitones, destacando al natural con la mano baja. Cortó dos orejas dejando buenas sensaciones tras una completa intervención.
Al cuarto también lo desorejó Galván tras una completa faena, elaborada con torería y descaro. Se acopló con otro toro notable para poder ligar tandas con ambas manos y rematar con efectividad.
De nuevo la voluntad de De Miranda le hizo estar por encima de un quinto que fue siempre a menos a pesar de su exposición.
Ya con el último, para el que se llegó a pedir el indulto desde la grada, Gilio toreó con mayor poso, si cabe, con un interesante concepto marcado por la pureza y la cadencia.
Seis toros de Julio de la Puerta, de aceptable presencia y juego dispar, destacando quinto y sexto por su bravura.
Más de un cuarto del aforo cubierto en tarde agradable a la sombra.
AFPR
