
Saltillo, Coahuila; 02 de septiembre.- Las historias del Asilo Ropero del Pobre, la Asociación de Niños con Leucemia, y Renacer Darma Saltillo, son sólo un botón de muestra que desmiente lo que, en teoría, debió ser el motivo de la Feria Saltillo 2023: “Tu asistencia se transforma en bienestar”; “con el pago de tu acceso se mejora la calidad de vida de la población saltillense que más lo necesita”.
Con esa presentación, el Consejo Regional Sureste de Organismos de la Sociedad Civil, y Patronato, presididos entonces por María del Refugio Gutiérrez García, -Cuquita-, invitaban a una edición más de un formato rebasado con el tiempo, y ahora también pervertido por la corrupción.
“Nos van a descalificar”, “lo único que tenemos es la credibilidad”, “a todos nos pega”, “quién va a creer ahora en una asociación civil”, es el sentir generalizado entre las OSC. Caso aparte resulta el altruismo desinteresado de empresarios y funcionarios estafados con el señuelo de la inexistente causa.
Sin embargo, el dinero desviado de su fin, presuntamente altruista, eventualmente privará de servicios en los próximos meses a miles de personas que recurren a las asociaciones civiles como alternativa para solventar carencias en atención a los adultos mayores, niños y jóvenes, temas de discapacidad, salud y asistencia social.
Ellos, quienes deberían recibir las ganancias, son las víctimas indirectas de la corrupción, y quienes, luego del saqueo millonario, quedaron a expensas de una respuesta institucional que obligue a reintegrar el botín.
VCF