Por: Excélsior
Argentina.- Tras una denuncia por maltrato animal que desencadenó una exhaustiva investigación, las autoridades llevaron a cabo un operativo que resultó en la clausura de un criadero ilegal ubicado en el barrio de Balvanera, en el centro de Buenos Aires, y el rescate de 23 perros de raza Shiba Inu que se encontraban en condiciones precarias dentro de jaulas.
Los responsables de este establecimiento clandestino enfrentan cargos por “crueldad animal”.
El caso se inició a raíz de investigaciones llevadas a cabo por la Policía Federal Argentina (PFA) en relación a la operación ilegal del criadero. Esta actividad se encontraba expresamente prohibida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En este contexto, la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), bajo la dirección del Dr. Carlos Rolero Santurián, solicitó el allanamiento y posterior clausura del criadero que operaba en un domicilio ubicado en la calle Catamarca.
Durante el curso de la investigación, se realizaron entrevistas con vecinos de la zona para obtener información sobre el establecimiento clandestino. Además, el área de fauna del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) colaboró en la identificación de los responsables al rastrear la página web del criadero denunciado, aunque esta no había sido actualizada en varios años. Sin embargo, esta búsqueda permitió identificar al responsable.
Además, se identificó un perfil en Facebook y una cuenta de Instagram que coincidían con el nombre del criadero y del responsable, a través de los cuales se comercializaban los perros.
Con base en estas pruebas, se solicitó una orden de allanamiento que confirmó la existencia del criadero clandestino en el domicilio denunciado y se procedió al rescate de los animales, entre hembras y machos, que se encontraban enjaulados en condiciones deplorables.
Además del rescate de los animales, durante la investigación se secuestraron otros elementos relacionados con el caso. Los perros rescatados fueron trasladados y entregados a la custodia de la ONG Callejero, donde recibirán los cuidados necesarios para su recuperación. Una vez que estén en condiciones adecuadas, se buscará encontrarles hogares responsables a través de adopciones.
Sin embargo, la persona responsable del criadero enfrenta cargos por actos de crueldad animal. Como parte de las medidas tomadas, se procedió a la clausura judicial provisoria del inmueble. Además, la Dirección General de Control Ambiental (DGCONTA) procedió a la clausura inmediata y preventiva debido a la operación ilegal del criadero.
AAG
