Por Paúl Garza Rodríguez
Coahuila.- Los nuevos libros de texto que la Secretaría de Educación Pública distribuirá para el ciclo escolar 2023-2024 han provocado una ola de críticas y cuestionamientos por parte de diversos sectores de la sociedad, que los acusan de tener un sesgo ideológico, de carecer de rigor académico y pedagógico, y de atentar contra la calidad de la educación básica en el país.
Según la SEP, los nuevos libros de texto forman parte del Plan de Estudios 2022, que busca implementar el modelo educativo de la Nueva Escuela Mexicana, basado en una perspectiva humanista, científica, de igualdad de género, diversidad, justicia social e inclusión.
Los libros están organizados en cinco títulos: Múltiples Lenguajes, Nuestros Saberes, Proyectos de Aula, Proyectos Escolares y Proyectos Comunitarios.
La SEP afirma que estos libros promueven el desarrollo integral de los estudiantes, el aprendizaje colaborativo y el vínculo con la comunidad.
Sin embargo, algunos especialistas en educación, organizaciones civiles, partidos políticos y medios de comunicación han expresado su rechazo a los nuevos libros de texto, argumentando que tienen una serie de problemas y deficiencias, tales como:
-La eliminación o reducción de contenidos fundamentales para el desarrollo cognitivo y el pensamiento crítico, como las matemáticas, la ciencia, la historia y la geografía.
-La introducción de contenidos que no corresponden al nivel educativo ni a las necesidades de los estudiantes, como conceptos abstractos, complejos o polémicos, que pueden generar confusión o adoctrinamiento.
-La falta de coherencia, claridad y secuencia entre los contenidos y las actividades propuestas en los libros, que dificultan el proceso de enseñanza-aprendizaje y la evaluación.
-La ausencia de participación y consulta de expertos académicos y pedagógicos en la elaboración de los libros, así como de transparencia y rendición de cuentas sobre el proceso y los recursos empleados.
-La presencia de un enfoque ideológico afín al gobierno actual, que busca imponer una visión política e histórica sesgada y favorable a sus intereses.
Ante estas críticas, la SEP ha defendido los nuevos libros de texto como una innovación pedagógica que responde a los desafíos actuales del país y del mundo.
Asimismo, ha rechazado las acusaciones de tener una intención política o ideológica detrás de los libros, y ha afirmado que respeta la libertad de cátedra y la autonomía curricular de los docentes.
La controversia sobre los nuevos libros de texto refleja las tensiones y los debates que existen en el campo educativo mexicano, así como las implicaciones sociales, culturales y políticas que tiene la definición del currículo escolar. Se trata de un tema que requiere un análisis crítico y una participación activa y plural de todos los actores involucrados en la educación.
En mi humilde opinión, la controversia que se ha generado en México sobre los nuevos libros de texto es un reflejo de la polarización y la confrontación que se vive en el país, donde hay una falta de diálogo y consenso entre los diferentes actores sociales, políticos y educativos.
Creo que los nuevos libros de texto son una propuesta pedagógica innovadora pero imperfecta, que requiere ser revisada y mejorada con base en criterios académicos y pedagógicos.
Pienso que la solución más coherente para resolver la controversia que se ha generado en México sobre los nuevos libros de texto es establecer un diálogo constructivo y plural entre todos los actores involucrados en la educación: autoridades educativas, docentes, padres de familia, estudiantes, especialistas en educación, organizaciones civiles y medios de comunicación.
Creo que solo así se podrá garantizar una educación de calidad para todos los niños y niñas del país.
AFPR
