Por: Agencia Reforma
Laredo, Tamaulipas; 1 de agosto.- Cientos de migrantes que arribaron hace poco más de un mes a Nuevo Laredo se congregaron hoy en el Puente Internacional número 1, del lado tamaulipeco.
Autoridades migratorias de Estados Unidos al considerar el hecho como una amenaza para la seguridad cerraron el paso en su totalidad a los usuarios.
El desplazamiento de los migrantes provocó un caos en el citado cruce.
Al filo de las 11:00 horas más de 300 migrantes de los mil 500 que llegaron a Nuevo Laredo a finales del mes pasado, en su mayoría venezolanos, procedentes de Matamoros y Reynosa, comenzaron a obstruir la circulación.
Poco antes de las 12:00 horas agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) determinaron cerrar el cruce internacional ante una posible amenaza a la seguridad.
Efectivos de la Guardia Estatal arribaron al puente para mantener el orden, sin realizar un desalojo por la fuerza.
Además, personal del Instituto Nacional de Migración (INM) buscó frenar a los migrantes por medio del diálogo, pero no lo consiguieron.
Decenas de automovilistas que a esa hora se encontraban en el cruce fronterizo quedaron varados, mientras que hubo quienes pudieron maniobrar y alcanzaron a retroceder.
El contingente dejó el campamento en el que se encontraban varados al menos desde el pasado 26 de junio, para trasladarse a las instalaciones de dicho cruce y colocarse en el llamado carril Centry, destinado a personas que cuentan con un trámite pagado previamente.
Los más de mil 500 migrantes presionan a las autoridades norteamericanas a fin de agilizar la solicitud de visa de asilo humanitario, que recientemente canceló en Nuevo Laredo.
Buscan ser escuchados por el Gobierno del país vecino, para pedir que se reactive el proceso.
En el grupo se encuentran menores de edad, mujeres y personas adultas, que han sido atendidos por la Casa del Migrante Nazareth de Nuevo Laredo.
Durante la estancia en el campamento han soportado temperaturas extremas superiores a los 40 grados.
HDC
