Por Grupo Zócalo
Ciudad de México.- Después de un arduo trabajo de seis años de investigación, el colectivo Código Violeta, encabezado por Martha Briones, agente del FBI, ha logrado desmantelar una red de tráfico y venta ilegal de más de 600 archivos de imágenes y videos de contenido sexual íntimo de mujeres y niñas en el estado de Hidalgo.
Según informaron las integrantes de esta organización, entre ellas Guadalupe Vera, se dedicaron a investigar y denunciar un canal de Telegram donde se difundían y comercializaban imágenes de mujeres hidalguenses de entre 12 y 27 años de edad.
El desafío al que se enfrentaron las víctimas de este grupo fue que sus fotografías y datos de identidad fueran publicados, lo que llevó a sufrir acoso telefónico, ya que los agresores conocían sus identidades, escuelas, rutas de traslado y lugares frecuentados.
El colectivo Código Violeta se reunió la semana pasada con representantes de la Procuraduría de Justicia, encabezados por Santiago Nieto, y miembros del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, donde se establecieron acciones para prevenir y erradicar la violencia digital.
En respuesta, las autoridades estadounidenses llevaron a cabo una operación para desarticular al grupo conocido como “Grupo Mega”, quienes tenían en su poder 697 carpetas con fotografías de las víctimas. Estas imágenes eran proporcionadas por las parejas y exparejas de las mujeres afectadas. El material se encontraba almacenado en un servidor ubicado en Australia.
Con el bloqueo de este sitio, Guadalupe Vera destacó que se está dando inicio al proceso de justicia para las niñas víctimas de este delito. Además, se espera que las investigaciones continúen para identificar y responsabilizar a los culpables.
La desarticulación de esta red representa un paso importante en la lucha contra la violencia digital y el resguardo de la privacidad e integridad de las mujeres y niñas. A través del trabajo en conjunto entre colectivos, autoridades y agencias internacionales, se busca prevenir y combatir este tipo de delitos, así como brindar apoyo y protección a las víctimas.
Es fundamental seguir promoviendo la conciencia sobre el respeto a la intimidad y el consentimiento, así como fomentar la educación digital para prevenir la difusión no consensuada de contenido íntimo y garantizar un entorno seguro en línea para todas las personas.
