
El priismo coahuilense cerró filas en torno a Miguel Riquelme.
Por: RedacciónErnesto Acosta | Jesús Castro | Saltillo, Coahuila.-Â Miguel íngel Riquelme Solís estableció que se requiere la unidad de toda la militancia priista âpara poder ir en la conquista del voto de la sociedad, con una buena propuesta, con la garantía de que las cosas van a estar bien en Coahuilaâ.
Al registrarse como precandidato del tricolor a la Gubernatura se dijo confiado âen mi trabajo, en mis valores, en mis raíces y en mis ideales⦠en eso estoy confiadoâ. Sobre Jesús Berino Granados, que también se registró, dijo: ânos vamos a enfrentar con altura, con ideales, pero sobre todo buscando la unidad de la militancia, que es lo que debe preservar el partidoâ. âQue sea el PRI opción en la urnaâ Al registrarse como precandidato al Gobierno del Estado por el PRI, Miguel íngel Riquelme Solís pidió unidad al interior del partido para salir victoriosos en la elección del 4 de junio próximo: âMi compromiso es preservar la unidad del PRI, es buscar el voto de todos los militantes y simpatizantes. âSe requiere la unidad de todos, de quien milita en el partido para poder ir en la conquista del voto de la sociedad, con una buena propuesta, con la garantía de que las cosas van a estar bien en Coahuila y de que hay prudencia dentro de lo que se busca en la próxima Gubernatura para mi estado. âEstoy confiado en mi trabajo, en mis valores, en mis raíces y en mis ideales, en eso estoy confiadoâ. Luego de entregar la solicitud a la Comisión Estatal de Procesos Internos del Comité Directivo Estatal del PRI, seí±aló que hoy en día la lucha democrática no es sencilla en ninguna parte del mundo y que en México han cambiado las cosas. âNos obliga a ser más competitivos, a dar el todo por el todo, a enfrentar los retos que se tienen en Coahuila, y en ese sentido vamos a dar en los puntos torales para que la ciudadanía perciba lo que debe votar y quién debe ser su próximo gobernadorâ. CONTRINCANTE Dijo respetar las intenciones de Jesús Berino Granados, dirigente cetemista, quien de último momento decidió registrarse como aspirante a la precandidatura al Gobierno del Estado, y aí±adió que en el marco de respeto emprenderá una contienda interna para buscar hasta el último voto en todos los rincones de los 38 municipios. âNos vamos a enfrentar con altura, con ideales, pero sobre todo buscando la unidad de la militanciaâ. Aseguró que no habrá división interna porque tendrá la humildad de trabajar con todos los militantes y simpatizantes, y buscar el empuje de todos los priistas; asimismo, dijo que buscará acercamientos con quienes en su momento manifestaron intenciones de buscar la candidatura. âMe interesa la unidad de todos, su participación y que se enriquezca la plataforma con la sabiduría y el espacio que ellos tienen a nivel nacional, a nivel local, y sobre todo en la capital del estado. âHay que sumar en cada uno de los municipios, a quien busca o aspiraba a que fuera una persona distinta a Miguel Riquelme. Con humildad vamos a preservar la unidad del priismoâ. OPOSICIíN, A SEGUNDO PLANO Respecto a los partidos de oposición dijo no tener la mira puesta en sus candidatos o posibles aspirantes, y centrará su campaí±a en las propuestas para la sociedad. Evitó hablar de los procesos internos de otros institutos políticos, pues a él le interesa que los coahuilenses vean al PRI como su opción en la urna para seguir gobernando Coahuila. âY eso me toca a mí con la propuesta, con el empuje que un gobernante debe tener para los próximos 6 aí±osâ. Una foto con Riquelme En el bulevar Francisco Coss hubo una fiesta. Gritos, porras, pancartas. Batucada, matachines, cantantes aficionados. Más de 30 camiones llevaron gente. Gente que detuvo el tráfico de cuatro calles. Porque todos buscaban, se apretujaban, se estiraban, para tomarse la foto con el nuevo ungido tricolor. Llegaron a invadir Saltillo procedentes de todo el estado. Pancartas de Torreón, Francisco I. Madero, Matamoros, Monclova, Piedras Negras. Lo mismo de la CNOP que del Icadep o el Sindicato del Seguro Social. Todavía había luz en el horizonte, cuando la explanada del edificio priista estaba llena, y uno de los carriles del bulevar también. En el escenario montaron show de aficionados. La muchedumbre frenética aplaudió lo mismo El Taconazo de âPiporroâ que los Tragos de Amargo Licor, dedicada âpara los adoloridosâ, dijo el anciano lagunero que interpretó. Mientras, allá afuera, en plena calle, Melchor Sánchez, el âPocholoâ, se aferraba a una valla humana en espera de Riquelme. Cerca de él un grupo de matachines con la imagen del Sagrado Corazón en sus espaldas esperaban turno para hacer reverencia. Dentro, se armaba la batucada con los tambores platillo de la porra del equipo Santos Laguna. Y luego las porras. Del âArriba el PRIâ pasaron al estridente âunidad, unidad, unidadâ, y luego al âEste gallo sí es del PRIâ, para seguirse de largo con el âque sí, que no, que como chingados noâ, y otras de ese tipo, acompaí±adas de la tambora a todo lo que da. Entonces sonó en las bocinas âMueve la batidora mami, mueve tu cuchi cuchiâ, y justo en ese momento una marejada de gente llegó empujando a todo el que se atravesara, trastornando la valla humana que se había formado. Era el aspirante Riquelme, custodiado por un montón de esbirros que lo mismo empujaron mujeres que pisaron nií±os. Y allá fue a dar, al templete, seguido de la turba que se coló con él. José María Fraustro en primera fila, también Martha Loera, Francisco Saracho y Armando Luna, el que aseguró que su foto estaría en la boleta del proceso electoral. Y comenzó la ceremonia. La inscripción de Riquelme como aspirante único como precandidato a la Gubernatura de Coahuila. Todavía faltaba que la Comisión de Procesos Electorales del PRI dictaminara, y ya todos le estaban levantando la mano. âAspiro a ser candidato del partido, mi partido. Agradezco a la clase política, militante y seccional de todo el estado. Mi compromiso es preservar la unidad de la militancia. Voy a recorrer los 38 municipios y obtener los votos de todos los militantes priistas. Voy a hacerlo con toda humildad, porque quiero ser el próximo Gobernador de Coahuilaâ, dijo Miguel íngel al micrófono. Y tronó el aplauso. En sus marcas⦠listos... Hasta allá fue a dar todo el que quisiera foto con el precandidato. Manolo Jiménez la logró. También ílvaro Moreira. Lo hizo Alfio Vega y Samuel Rodríguez. Pero la memorable se la llevó un diputado federal que meses antes declaró que en la elección interna del PRI los dados estaban cargados, que el piso no estaba parejo. Enfundado en chaquetín verde Jericó Abramo Masso se aferró a Riquelme, cual remedo del abrazo de Acatempan. El exalcalde de Saltillo subió a declarar su apego a la unidad y a tomarse la foto levantándole la mano al precandidato. Riquelme volteando para un lado, sonriendo para otro, abrazando por aquí, estirando el pulgar en seí±al de like por acá. ¡Selfies, selfies, selfies! Todos querían su foto. Como llegó, salió. Con los de seguridad empujando. En la calle siguieron las fotos. También los empujones. âYa dejen que se vayaâ, gritó un joven atrapado en la marejada humana. âYa le pegaron a la nií±aâ, decía otra, pero prefirió jalarla y volverse a meter al tumulto, porque le faltaba su foto. Lo alcanza Sigfrido Macías Llegaron a la calle Cuatro Ciénegas. Y luego al estacionamiento de un banco. Hasta ahí llegó Sigfrido Macías por su foto. El delegado de Profeco salió sonriendo, presumiendo su logro. âMe dijo que quería platicar conmigo, que la próxima semana nos reuniéramosâ, reveló gustoso. âCordura seí±oras, corduraâ, decían los de seguridad. Que para todas habría foto. En la marcha⦠Ya en marcha, casi llegando el vehículo a Candela, se acercó un jovencito moreno, delgado, de muy humilde vestimenta, y tocó al vidrio de atrás. La ventana se abrió. âOiga, me dijo que me iban a dar una ayuda para la danzaâ, dijo el chico. Acto seguido, entregó una carpeta verde. Se la devolvieron. Cuando la abrió había un billete de 200 pesos. Una jovencita de voluminoso cuerpo llegó hasta ahí, se trepó como pudo y alcanzó su foto.